Porqué la comida china en Bruselas no es igual a la comida china en México?
Chiiiiaaaaleeeee.
Recuerdo con un poco de nostalgia, mis primeros días en Bruselas. Cuando el cielo estaba gris y el viento era helado por días y días. Cuando no salía de la casa ni para ir al super y si lo hacía, era en calidad de esquimal con bufanda, gorro y guantes de lana y siempre de la mano de Mr D. Y sus primeros intentos por involucrarme en la deliciosa comida belga (bah!).
Y cómo olvidar ese último intento con la comida china de aquí a la vuelta. Te va a encantar, me dijo con una sonrisa de esperanza; después de que yo le había casi tirado el último plato de pasta en la cara.
Me ilusioné como quinceañera pensando en los Spring Rolls que me comía en Plaza Polanco o el exquisito arroz frito especial de Mr Sushi. Sí! yo quiero comida china!
Grave error. Nada parecido, nada siquiera cercano, nada familiar. Comí sólo porque tenía hambre pero en el fondo estaba decepcionada y encabronada. Y entonces en mi mentecita me repetía una y otra vez la pregunta con la que empecé este post.
Ahora ya sé la respuesta. Ahora que ya me gusta la comida china de aquí a la vuelta.
Chiiiiaaaaleeeee.
Recuerdo con un poco de nostalgia, mis primeros días en Bruselas. Cuando el cielo estaba gris y el viento era helado por días y días. Cuando no salía de la casa ni para ir al super y si lo hacía, era en calidad de esquimal con bufanda, gorro y guantes de lana y siempre de la mano de Mr D. Y sus primeros intentos por involucrarme en la deliciosa comida belga (bah!).
Y cómo olvidar ese último intento con la comida china de aquí a la vuelta. Te va a encantar, me dijo con una sonrisa de esperanza; después de que yo le había casi tirado el último plato de pasta en la cara.
Me ilusioné como quinceañera pensando en los Spring Rolls que me comía en Plaza Polanco o el exquisito arroz frito especial de Mr Sushi. Sí! yo quiero comida china!
Grave error. Nada parecido, nada siquiera cercano, nada familiar. Comí sólo porque tenía hambre pero en el fondo estaba decepcionada y encabronada. Y entonces en mi mentecita me repetía una y otra vez la pregunta con la que empecé este post.
Ahora ya sé la respuesta. Ahora que ya me gusta la comida china de aquí a la vuelta.