martes, 1 de julio de 2008

...imaginaba

Imaginaba mi dedo recorriendo la línea de tu rostro, mi mano acariciando tu suave cabello. Imaginaba a tu padre sentado junto a mí, admirando cuál perfecto eras. Imaginaba tu aroma y el color de tu piel. Serías rubio o moreno? De ojos azules como tu abuelo paterno u ojos oscuros como los míos? Imaginaba tu llanto avisándome que era hora de la cena, o tus párpados cerrados y tu carita tranquila una vez dormido. Imaginaba también tus pequeños pies y tus diminutas uñas. Tus deditos aferrados a mi pecho cuando te alimentara. Me imaginaba cerrando la cortina de tu cuarto para que la luz no te molestara.
Te imaginaba, hijo mío, te imaginaba...

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