miércoles, 25 de marzo de 2009

de lo que es una Cajita de Cristal

Los años que anduve de novia de El Príncipe Azul fueron padrísimos. Pasábamos todo el día juntos: íbamos a la misma prepa, en el mismo salón, comíamos juntos, entrenábamos juntos y todo nuestro tiempo libre o no, lo pasábamos juntos. Yo vivía más en su casa que en la mía a la que sólo llegaba a dormir y a bañarme. Yo hablaba más con su mamá que con la mía y convivía más con sus hermanas que con Mi sis.

[Pero... siempre hay un pero]


Podría decir que también pertenecíamos al mismo grupo de amigos pero sería falso. Nuestras amistades se limitaban a nuestro equipo de entrenamiento y no pasábamos de 5 o 6, incluyéndonos. Yo, por estar con él y evitarme broncas y escenas de celos, me alejé de mis amigas y amigos, que eran varios y a quienes conocía prácticamente, de toda la vida. Él era alto y bien parecido y al parecer, despertaba temor entre la población masculina de la escuela; y calenturas entre las féminas, cosa que yo no soportaba.

En fin, que en nuestro mundo sólo existíamos él y yo y nadie más. Mis amigos dejaron hasta de saludarme de beso porque el otro les tiraba mirada fulminantes y mis amigas se cansaban de invitarme a salir porque yo siempre tenía compromiso con él, y a él no le caían bien mis amistades. Decía que se aburría y por más esfuerzos que yo hiciera, no lograba que se integrara a una sola plática. El resultado era catastrófico y yo prefería "llevar la fiesta en paz" y no insistir.

Así pasaron tres años hasta que un día entramos a la Universidad y elegimos carreras distintas, con horarios diferentes y gente NUEVA. Yo obtuve una beca y por lo tanto me veía obligada a realizar una especie de servicio social por las tardes, por lo que en lugar de entrenamiento tenía que permanecer en la biblioteca de la escuela como Asistonta. Mis tareas implicaban trabajo en equipo y él moría de celos y yo lloraba porque él no me comprendía.

Así, llegó el día en que él terminó conmigo porque Yo no le dedicaba tiempo y él encontró a alguien que sí se lo pudiera dedicar: una escuincla baquetona que en lugar de estudiar se la pasaba de vaga, fumando mota en las azoteas y comiendo memelas en Lindavista. Aaarrgghh!! y yo mientras partiéndome el lomo para poder estudiar! La relación terminó a pesar de mis ruegos a moco tendido. La cajita de cristal donde él me había puesto se había roto y yo me quedaba con puro pinche aire en las manos.

No tenía ya amigas, ni amigos a quién recurrir. En mi propia casa no me conocían, ya que yo jamás estaba y cuando me veían llegar me preguntaban: todavía vives aquí? No tenía a nadie a quién contarle que me moría de dolor y de soledad. Que yo nunca había estado sola de esta manera, como perro callejero, sin dueño y sin ruta a seguir. Había perdido completamente la brújula, el sol de mis días y la ilusión de mis sueños. Adiós planes, adiós futuro juntos, adiós co-dependencia (esto sin embargo, fue bueno) y adiós a ese amor que para mí era una droga.

Resultado: depresión por casi seis meses y terapia psicológica para lidiar con el duelo por un año entero. Fue una época de tristeza inmesurable que me costó harto trabajo y voluntá superar. Al final, no me morí como yo pensé que me iba a pasar. El mundo no se acabó sin él y yo cuando por fin me sobrepuse del madrazo, me prometí varias cosas:

1. Nunca jamás permitir que mi vida girara alrededor de la de alguien más.
2. Nunca dejar de frecuentar a mis amigos por más enamorada que esté.
3. Nunca jamás darle bola a un hombre celoso.
4. Nunca jamás dejar de ser yo misma.
5. Nunca jamás sentirme sola sólo por no tener galán.

Ahora, veo a una de mis queridas amigas pasando por una situación muy parecida y sólo espero que no le pase lo mismo que a mí. Sin embargo, ya me sé el final de la historia. Ojalá aprendiéramos en cabeza ajena.

7 comentarios:

hipatia2008 dijo...

Pero la experiencia te sirvió para aprender muchas cosas ¿no? Es un hecho que NADIE nos enseña a amar y definitivamente hay que aprender a hacerlo. Yo apenitas estoy aprendiendo y nunca es demasiado tarde porque todas esas experiencias nos han hecho lo que somos ahora. Me encantó este post. :)

Kena Siu dijo...

Suerte que esas 'reglas' siempre las tuve presentes y las tengo ahora de casada.
Mi LIBERTAD no la dejo por nada.

Felicidades a tu blog, si que esta medio chinga la pupila, pero eso no detendra mis visitas jeje
Saludos 'D'.

Anónimo dijo...

A mi oculista le va a dar taaaanto gusto que me considere fiel lector del este blog..., pero como para felicitar y festejar hay pocas mejores que la poesía (la cerveza, por ejemplo), dejo aquí un regalillo de sor juana:

El ausente, el celoso, se provoca,
aquél con sentimiento, éste con ira;
presume éste la ofensa que no mira
y siente aquél la realidad que toca:

Éste templa tal vez su furia loca
cuando el discurso en su favor delira;
y sin intermisión aquél suspira,
pues nada a su dolor la fuerza apoca.

Éste aflige dudoso su paciencia
y aquél padece ciertos sus desvelos;
éste al dolor opone resistencia;

aquél, sin ella, sufre desconsuelos:
y si es pena de daño, al fin, la ausencia,
luego es mayor tormento que los celos.

dianarl dijo...

huuuuuy asi tengo varios amigos (as)y ya veo venir el dia en que terminen esas relaciones la forma en la que se van a poner, me da hasta miedito pero pues si, nadie aprende por las experiencias de otros lamentablemente.
Saludos D!

Típico Hombre de Mal Morir dijo...

En cuestiones de amor, uno nunca va a aprender en cabeza ajena, es un circulo vicioso necesario, amar y terminar de amar una y otra vez. Hay cosas que uno aprende y lo mejor de todo esto es que nos pasan estas experiencias por muy dolorosas que sea. Eso es madurar de alguna forma. Saludos y espero que tu corazón este al 100% actualmente!

Anónimo dijo...

Creo que es la historia de cualquier primer relación, el primer amor. Yo, hice casi lo mismo; olvidé a mis amigos, olvidé a mi familia, olvidé… Al final me quedé solo, y sufrí cabrón. Si me hubieran dicho en ese entonces que 10 años después viviría con una chica, y que mi relación sería mucho más madura y equilibrada, no lo hubiera creído. En fin, creo que eso tiene que pasar para aprender a balancear las relaciones. Pasa y seguirá pasando.

Ah, casi se me olvida: me pidió Bien, gracias que le diera un abrazo de felicitación a De lo que viene siendo un blog.

Unknown dijo...

Estaría increible que las personas aprendieran en cabeza ajena, pero hay ciertas cosas que uno debe de vivir y superar. Ojala, todo fuese más facil.