Los veintes se me fueron que ni los sentí. Deberíamos tener doble ración de veintes, o tener derecho a quedarnos en los 29-forever, cosa que he aplicado por tercer año consecutivo y (todavía) me la creen. Supongo que el siguiente año tendré que buscar una opción alternativa porque:
- Ya no aguanto las desveladas. A las doce empiezo a bostezar.
- Prefiero quedarme en casa a salir de noche. Pienso que me va a dar frío o que me dolerán los pies de traer tacones.
- Ya no me maquillo diario, al contrario, lo evito. Me da hueva tener que desmaquillarme.
- Mi sueño empieza a volverse más ligero. Antes dormía como tronco y no me despertaba por nada a mitad de la noche aunque me tomara un café en la cena. No había ningún motivo o preocupación que fuera capaz de mantenerme en vela. Ahora me despierto en la madrugada sin razón, y cualquier ruido me sobresalta. Recuerdo que mi mamá era igual. Los patrones de sueño son heredados? Algún gen del sueño que me esté gastando una mala broma?
- Mi piel se está llenando de lunares y líneas de expresión que antes no tenía. Signo inequívoco de que ya no me cuezo al primer hervor. Mala onda.
- Comienzan las canas.
- No he podido deshacerme de esta pancita.
- Me gustan las tiendas Retro o Vintage. o__O
- Me encanta la música ochentera.
- Ahora me gusta cocinar.
- Los dichos de mi SS Abuela ahora cobran sentido.
- Comprendo más a mi mamá.
- Pienso en el futuro.
- Ahora quiero ahorrar.
- No entiendo a los adolescentes, aunque creo que ni siquiera ellos se entienden.
- Ahora quiero ver las dos caras de la moneda.
- Ya no creo todo lo que me dicen.
- Me cuesta trabajo hacer nuevos amigos.
- Leo el periódico todos los días y no precisamente la sección de espectáculos.
- Y ya no pienso en el hombre perfecto, no hay hombres perfectos. Ahora sólo pienso en un hombre: el mío!!!! XD
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