Todos en algún momento pensamos que nuestros progenitores son los mejores del mundo, pero en realidad nadie es perfecto, cierto? Seamos honestos, pudiste haberlo hecho mejor pero no quisiste. Comprendo el dolor por el que pasabas y supongo que no supiste manejarlo adecuadamente. Aún eras muy joven. El resultado fue que por muchos años te desentendiste no de tus obligaciones, sino del cariño de tus dos hijas. No puedo hablar por Mi sis porque sé que a ella sí le hiciste mucha falta. Se sentía sola y debo reconocer que yo tampoco fui la mejor hermana mayor que ella pudo haber deseado. Muy lejos de eso estuvo mi desempeño, lo sé.
Sin embargo, voy a hablar sólo por mí. Quiero decirte que a pesar de todo, te quiero. Te quiero como eres, con todas tus cosas buenas y las no tanto. El pasado, pasado está y aunque doloroso es para mí recordarlo, tú con tu ausencia forjaste mi carácter. Por eso y por darme vida te doy gracias.
Todas las veces que te necesité y no estuviste ahí me hicieron ser fuerte, me hicieron darme cuenta a muy temprana edad que no siempre se obtiene lo que se quiere. Aprendí que hay diversos tipos de familia, que no todos los padres leen cuentos antes de dormir a sus hijos y que nadie iba a cuidar de mí si no lo hacía yo misma. Comprendí también que hay que luchar por salir adelante, que los regalos y el dinero no crecen en árboles, y que hay más estados de ánimo en un niño que la alegría y el gozo, la seguridad y la paz. Contigo aprendí a enojarme mucho, a desesperarme y a gritar. A ver que la vida no siempre es justa, y a saber dónde encontrar consuelo por eliminación. Esto quiere decir que no lo encontré contigo.
Aunque creas que esto es un reclamo no lo es. De verdad que la falta de tu presencia en casa me hizo ser lo que soy ahora. Supe que si hubiéramos vivido juntos me habría casado muy joven tratando de huir de tu estricta manera de ser. Aunque esta mirada severa me enseñó a ser disciplinada y ordenada. Como cuando la vez que revisaste mis cuadernos (una de las pocas imagénes que conservo de mi niñez contigo) y viste que mi 'r' parecía más bien una 'v'. Por más que te expliqué que la maestra dictaba muy rápido y que era el resultado de esta prisa, las borraste todas y me hiciste escribirlas de nuevo. Valiosa lección: si no haces las cosas bien y a la primera, seguro lo tendrás que hacer de nuevo. Nunca más volví a escribir mal. Siempre me esforcé por tener las mejores calificaciones y reconocimientos porque sabía que tú lo aprobarías. Pero creo que mi vida académica nunca te interesó mucho.
Cuando quise entrar a la Universidad me volviste a fallar. Pero no te preocupes, eso hizo que consiguiera (sí, otra vez) una beca y así pudiera terminar la carrera que tanto me interesaba. Estaba saliendo adelante aún sin tu ayuda. Eso me hizo ver que a veces obtienes más de otras personas que de tu propia familia.
Una vez que empecé con mi vida laboral supe que no tendría que volver a molestarte obteniendo nula respuesta. Para mí fue un gran logro sacar a mi mamá de trabajar y ayudar con el gasto en la casa. Wow! sigue siendo una de mis mayores satisfacciones. Creo que para este entonces a ti te empezó a caer el veinte de que necesitabas estar más cerca de nosotras. Me alegro que hayas cambiado tu actitud y que ahora podamos llevarnos bien. Dicen por ahí que nunca es tarde.
Por todo esto y muchas cosas más que no puedo expresar, te digo ahora que te estoy agradecida. Porque gracias a lo vivido soy una persona íntegra y feliz HOY.
FELIZ CUMPLEAÑOS, PA!!!!
boomp3.com
Sin embargo, voy a hablar sólo por mí. Quiero decirte que a pesar de todo, te quiero. Te quiero como eres, con todas tus cosas buenas y las no tanto. El pasado, pasado está y aunque doloroso es para mí recordarlo, tú con tu ausencia forjaste mi carácter. Por eso y por darme vida te doy gracias.
Todas las veces que te necesité y no estuviste ahí me hicieron ser fuerte, me hicieron darme cuenta a muy temprana edad que no siempre se obtiene lo que se quiere. Aprendí que hay diversos tipos de familia, que no todos los padres leen cuentos antes de dormir a sus hijos y que nadie iba a cuidar de mí si no lo hacía yo misma. Comprendí también que hay que luchar por salir adelante, que los regalos y el dinero no crecen en árboles, y que hay más estados de ánimo en un niño que la alegría y el gozo, la seguridad y la paz. Contigo aprendí a enojarme mucho, a desesperarme y a gritar. A ver que la vida no siempre es justa, y a saber dónde encontrar consuelo por eliminación. Esto quiere decir que no lo encontré contigo.
Aunque creas que esto es un reclamo no lo es. De verdad que la falta de tu presencia en casa me hizo ser lo que soy ahora. Supe que si hubiéramos vivido juntos me habría casado muy joven tratando de huir de tu estricta manera de ser. Aunque esta mirada severa me enseñó a ser disciplinada y ordenada. Como cuando la vez que revisaste mis cuadernos (una de las pocas imagénes que conservo de mi niñez contigo) y viste que mi 'r' parecía más bien una 'v'. Por más que te expliqué que la maestra dictaba muy rápido y que era el resultado de esta prisa, las borraste todas y me hiciste escribirlas de nuevo. Valiosa lección: si no haces las cosas bien y a la primera, seguro lo tendrás que hacer de nuevo. Nunca más volví a escribir mal. Siempre me esforcé por tener las mejores calificaciones y reconocimientos porque sabía que tú lo aprobarías. Pero creo que mi vida académica nunca te interesó mucho.
Cuando quise entrar a la Universidad me volviste a fallar. Pero no te preocupes, eso hizo que consiguiera (sí, otra vez) una beca y así pudiera terminar la carrera que tanto me interesaba. Estaba saliendo adelante aún sin tu ayuda. Eso me hizo ver que a veces obtienes más de otras personas que de tu propia familia.
Una vez que empecé con mi vida laboral supe que no tendría que volver a molestarte obteniendo nula respuesta. Para mí fue un gran logro sacar a mi mamá de trabajar y ayudar con el gasto en la casa. Wow! sigue siendo una de mis mayores satisfacciones. Creo que para este entonces a ti te empezó a caer el veinte de que necesitabas estar más cerca de nosotras. Me alegro que hayas cambiado tu actitud y que ahora podamos llevarnos bien. Dicen por ahí que nunca es tarde.
Toda la falta que me hiciste cuando niña la has compensado ahora, de alguna manera. Cada vez que hablo contigo siento tu cariño; cada vez que me abrazas siento que estás orgulloso de mí. Lo que siempre estará en mi corazón es que estuviste para mí en mi boda. Que hiciste todo lo posible para darme ese gusto. Ese fue un gran gesto de amor porque sólo nosotros sabemos el trabajo que te costó ver a mi madre conviviendo en la misma celebración que tú. Desconozco los demonios que aún tengas dentro, pero gracias por encerrarlos en el baúl aunque fuera ese día; gracias a Ana por ser tu compañera, por ayudarte a ser una mejor persona, un mejor padre, a Dios por darte salud y la oportunidad de ver el mundo desde otra perspectiva. Y gracias en especial a mi madre, que sin ella yo no podría haber cambiado mi actitud de rencor a cariño. Ella siempre me dijo que tú siempre ibas a ser mi padre y que por ese simple hecho debía amarte y respetarte. Qué cosas, no?
Por todo esto y muchas cosas más que no puedo expresar, te digo ahora que te estoy agradecida. Porque gracias a lo vivido soy una persona íntegra y feliz HOY.
FELIZ CUMPLEAÑOS, PA!!!!
boomp3.com
1 comentario:
Maravillosos sentimiento,
Gracias por participar de nuestra campaña Red blogger contra la pederastia.
Te dejo besos, bendiciones y rosas
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