Cuando tenía 16 años me cruzó por la cabeza que yo sería madre soltera. Y es que estaba en la época rebelde (sin causa, ni objetivo, obvio) desorientada, sin saber qué querer, qué desear, o qué esperar. Era una típica adolescente donde el mundo estaba total y completamente conspirando en contra mía. Era, la verdad, una tipa horrible, egoísta y según yo "autosuficiente". Sí, claro. De ahí que tuviera la idea de no necesitar a ningún wey que me ayudara a mantener un hijo, en el caso en que decidiera tenerlo. Así yo, bien macha.
Pasaron los años y esa idea se iba haciendo más fuerte cuando vi que se iban por el caño mis relaciones amorosas junto con las posibles víctimas. Llegué a pensar que seguiría soltera aún rebasando los 30, y que muy posiblemente, me "echaría un volado" por ahí de los 33. Aunque no me atrevía a materializarlo porque después de todo, es mejor cuando tienes a alguien con quién compartir esos primeros pasos, esas primeras risas y esas primeras preocupaciones (aunque no siempre, eh). Mi idea era tener mi propia familia, aunque no necesariamente con una figura paterna incluída. Recordemos que hay muchos tipos de familia como en la que yo crecí: madre, hermana y yo + tíos, abuela, primas, tías, etc. Siempre hemos sido unidos; juntos pero no revueltos.
Total, que nunca demostré interés por tener un hijo. Y es que algunos de los más cercanos a mí piensan que me "chocan" los niños. Y no están mal. Me chocan los niños latosos, cuasi-terroristas, gritones, berrinchudos, sordos, que dan mucha lata, que se trepan en todos lados, que ensucian lo que se les pone al paso, que rompen, que pegan, que son groseros. Esos niños me cagan! Pero me cagan más los padres que no los educan. Así me hice fama de "antiniños" y es que parece que tengo imán para los escuincles latosos. Me siguen!!
Recuerdo una vez que fui al cine a ver una película no precisamente para niños. Me tocó que detrás de mí se sentara una pareja con un niñito como de 4 años. Era una peli romanticona, nada excitante. Obvio, el chamaquito se estaba dando una aburrida de miedo, y para compensar se la pasaba dando pasitos laterales, recorriendo el respaldo de mi asiento con sus manitas y golpeando la base del mismo con sus piesitos mientras me respiraba en la cabeza. Aaaaarrrggghhh!!!! Y los papás en la pendeja. Nomás de repente la mamá lo sentaba y le decía que se esperara mientras el mini-monster preguntaba "ya mero acaba?". Mierda.
En otra ocasión (memorable) en un viaje con Mr. D por esas hermosas carreteras mexicanas y en los flamantes autobuses de cierta línea de segunda (el de primera se había ido antes de que nosotros llegáramos a la central y el siguiente era hasta el otro día), una familia de 5, en dos asientos. Papá cargando a niña como de 8 años, mamá cargando a niña como de 3 + bebé de menos de un año en brazos (WTF!). Resultado: 3 horas de grito pelado contínuo de parte del bb que ya estaba hasta la madre de ir apretado, caluroso y encima con una hermanita mayor chinga-quedito. Mierda de nuevo.
La tercera de este Top3 fue en mi primer vuelo México - madrid por Aeroméxico. Escuincle de tal vez dos años, nunca lo llegué a ver, haciendo berrinche por todo, gritando TODO el puto vuelo, y mamá sin si quiera decir pío. No hubo minuto que yo pudiera ver una peli o escuchar musiquita a gusto porque el cabrón escuincle no paraba de berrear como becerro en matadero. Super mierda!
Y es que los niños no tienen la culpa, sino los papás cabrones que nunca les ponen un estate quieto. Comprendo que lloren de repente, que se fastidien de trayectos largos, que se acaloren... pero que berreen de esa manera por 9 horas! Es demasiado. Y si no puedes controlar al niño dos horas en el cine. Aguántate y la ves rentada, o de plano lo dejas en la sala esa de juegos que algunos cines tienen pa que no te chinguen ni chinguen a los demás que ni vela en el entierro tenemos. Sí, soy grinch y qué.
Mi prima me dice (cuando veo con desaprobación las travesuras de sus hijos): "Los tuyos serán peores". Yo ruego a Dios porque nadie se exprese de mí o de mis hijos como yo me expreso de esos mini demonios y de sus títeres padres. Sólo espero tener el valor de ponerle un hasta aquí a tiempo, para que "el paquetito" sea querido y no evitado cuando vayamos de visita o a jugar al parque.
He dicho!
Pasaron los años y esa idea se iba haciendo más fuerte cuando vi que se iban por el caño mis relaciones amorosas junto con las posibles víctimas. Llegué a pensar que seguiría soltera aún rebasando los 30, y que muy posiblemente, me "echaría un volado" por ahí de los 33. Aunque no me atrevía a materializarlo porque después de todo, es mejor cuando tienes a alguien con quién compartir esos primeros pasos, esas primeras risas y esas primeras preocupaciones (aunque no siempre, eh). Mi idea era tener mi propia familia, aunque no necesariamente con una figura paterna incluída. Recordemos que hay muchos tipos de familia como en la que yo crecí: madre, hermana y yo + tíos, abuela, primas, tías, etc. Siempre hemos sido unidos; juntos pero no revueltos.
Total, que nunca demostré interés por tener un hijo. Y es que algunos de los más cercanos a mí piensan que me "chocan" los niños. Y no están mal. Me chocan los niños latosos, cuasi-terroristas, gritones, berrinchudos, sordos, que dan mucha lata, que se trepan en todos lados, que ensucian lo que se les pone al paso, que rompen, que pegan, que son groseros. Esos niños me cagan! Pero me cagan más los padres que no los educan. Así me hice fama de "antiniños" y es que parece que tengo imán para los escuincles latosos. Me siguen!!
Recuerdo una vez que fui al cine a ver una película no precisamente para niños. Me tocó que detrás de mí se sentara una pareja con un niñito como de 4 años. Era una peli romanticona, nada excitante. Obvio, el chamaquito se estaba dando una aburrida de miedo, y para compensar se la pasaba dando pasitos laterales, recorriendo el respaldo de mi asiento con sus manitas y golpeando la base del mismo con sus piesitos mientras me respiraba en la cabeza. Aaaaarrrggghhh!!!! Y los papás en la pendeja. Nomás de repente la mamá lo sentaba y le decía que se esperara mientras el mini-monster preguntaba "ya mero acaba?". Mierda.
En otra ocasión (memorable) en un viaje con Mr. D por esas hermosas carreteras mexicanas y en los flamantes autobuses de cierta línea de segunda (el de primera se había ido antes de que nosotros llegáramos a la central y el siguiente era hasta el otro día), una familia de 5, en dos asientos. Papá cargando a niña como de 8 años, mamá cargando a niña como de 3 + bebé de menos de un año en brazos (WTF!). Resultado: 3 horas de grito pelado contínuo de parte del bb que ya estaba hasta la madre de ir apretado, caluroso y encima con una hermanita mayor chinga-quedito. Mierda de nuevo.
La tercera de este Top3 fue en mi primer vuelo México - madrid por Aeroméxico. Escuincle de tal vez dos años, nunca lo llegué a ver, haciendo berrinche por todo, gritando TODO el puto vuelo, y mamá sin si quiera decir pío. No hubo minuto que yo pudiera ver una peli o escuchar musiquita a gusto porque el cabrón escuincle no paraba de berrear como becerro en matadero. Super mierda!
Y es que los niños no tienen la culpa, sino los papás cabrones que nunca les ponen un estate quieto. Comprendo que lloren de repente, que se fastidien de trayectos largos, que se acaloren... pero que berreen de esa manera por 9 horas! Es demasiado. Y si no puedes controlar al niño dos horas en el cine. Aguántate y la ves rentada, o de plano lo dejas en la sala esa de juegos que algunos cines tienen pa que no te chinguen ni chinguen a los demás que ni vela en el entierro tenemos. Sí, soy grinch y qué.
Mi prima me dice (cuando veo con desaprobación las travesuras de sus hijos): "Los tuyos serán peores". Yo ruego a Dios porque nadie se exprese de mí o de mis hijos como yo me expreso de esos mini demonios y de sus títeres padres. Sólo espero tener el valor de ponerle un hasta aquí a tiempo, para que "el paquetito" sea querido y no evitado cuando vayamos de visita o a jugar al parque.
He dicho!
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