de las noches veraniegas

Con el buen clima que ha hecho últimamente en Bruselas (y en general en todo el país) Mr D, Guust y yo hemos intentado pasar el mayor tiempo posible fuera de casa.

La primera de las razones es que hay que disfrutar del sol ahora que lo tenemos, y la segunda es que aunque todas las casas cuentan con calefacción, no disponen de aire acondicionado!! Es terrible estar dentro del depa cuando pega el sol por ambos lados y no hay para dónde huir. Abro todas las ventanas para que corra un poco el aire pero no es suficiente para refrescarnos así que mejor nos vamos al parque y ahí entre los árboles el calor se siente menos.

Claro, el problema es la caminada para llegar o regresarnos, porque invariablemente terminaremos más sudados de como empezamos... pero quién dijo que se puede tenerlo todo?

Hemos estado a más de 30°C por casi dos semanas y apenas el viernes pasado llovió con todo y sirvió para refrescar el ambiente un poquito. Sí, sólo un poquito porque yo sigo sudando como puerco y los regaderazos me hacen lo que el viento a Juárez.

A Guust le tuve que cambiar de lugar su cama, de estar en la sala a estar junto al balcón y dejar la ventana abierta durante la noche para que pudiera dormir mejor ya que su raza no tolera mucho el calor. Además de que eso de que se la pase recorriendo el depa toda la noche buscando el lugar más fresco está cañón. Sus pisaditas no son nada discretas y a cada rato me despierta. Ahora la bronca es que Guust aún se espanta cuando ve la cortina moverse con el aire y sale disparado de su cama con el ruido que todo el movimiento conlleva...

Y chíngome yo que soy la del sueño ligero...

Feliz lunes.

de lo que es la angustia

Tener un perro ha cambiado mi vida. Radicalmente. Mis quehaceres domésticos han incrementado, así como el tiempo que me la paso en la calle- o más bien dicho en el parque- contrariamente a lo que le ha sucedido a mi tiempo libre que ya no es enteramente mío.

La rutina de Guust tiene pocas variaciones: se levanta, me espera a que me aliste y nos salimos a caminar. En esa caminata yo espero que él haga pipí y popó. Cuando tengo que ir al super o estar fuera de casa por más de una hora, lo llevo directo al parque por lo menos 40 minutos para que aparte de sus necesidades fisiológicas, haga un poco de ejercicio y "socialice" con otros perros (el pedo es que yo tengo que socializar con los papás de esos perros y mi nulo manejo de francés me hace pasar situaciones incómodas), y evitar en lo posible que en mi ausencia, haga berrinches y me deje regalitos apestosos en el piso de la cocina.

Luego, si voy a estar en casa y tengo que dedicarme a mi excitante vida de casada: limpiar, lavar trastes, cocinar; o simplemente, dedicarme a ver El Almohadazo vía internet, pues la caminata mañanera se reduce a una de veinte minutos sin parque.

Hoy, es uno de esos días de quehaceres domésticos y Almohadazo por lo que sólo llevé a Guust al baño y a su vueltecita alrededor de la cuadra y resulta, que seguramente él esperaba poder correr libremente entre flores blancas y oler traseros de otros perros y... después de hacer popó en el baño para perros se echó a correr!!

Ay!! y no conforme con eso, se cruzó la calle con dirección al parque pero decidió no subirse a la banqueta sino irse a mitad de la avenida de doble sentido. Great. Le grité varias veces. La primera volteó a verme y por medio segundo se quedó quieto para después volver a emprender la gran huída.

Yo andaba bien elegante con mis jogging pants de esos que uso para estar en casa y mis sandalitas. Una excelente combinación para sacar al perro a las 10 am pero no para correr detrás de él como una desquiciada. Pfff!!!

Después de una persecución que duró unos veinte metros y sus correspondientes segundos -eternos- el cabrón se detuvo enmedio de dos coches estacionados.

Le metí otro grito, una "mordida" y le puse de inmediato la correa. Nos regresamos a la casa y yo sentía que el corazón se me iba a salir y no quise ni imaginarme lo que hubiera pasado si un camión se lo hubiera llevado de corbata. Fue un susto terrible, una angustia y una culpa por pensar que él es mi responsabilidad y que no lo cuidé correctamente.

Guust siempre sale corriendo después de hacer popó y generalmente, yo me paro a la salida de "el baño" para agarrarlo. Sin embargo, esta vez otro can hizo una caca enorme justo a la entrada por lo que yo tuve que pararme un paso más atrás, dejando la salida prácticamente libre. Y por ahí se me escapó el cabrón!

Así que de ahora en adelante tendré que entrar yo al baño con él porque ni de broma le vuelvo a quitar la correa. Me compraré una máscara de gas o algo porque con el calorcito no les quiero platicar los olores.

En fin, lo que uno tiene que hacer por los "hijos".

Aquí una de las fotos que le ha tomado su "tío" Stefano.