Mostrando entradas con la etiqueta autos y rocanrol. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta autos y rocanrol. Mostrar todas las entradas

miércoles, 25 de febrero de 2009

de lo que es ser materialista...

Cuando estudiaba la universidad me daba mucha risa que mis compañeritos me calificaran de materialista, sobretodo porque a este primer adjetivo le seguían algunos más como: interesada, superficial y frívola. Yo, al principio ni por enterada porque obvio, les encantaba hablar a mis espaldas y nunca nadie mencionó esto en mi presencia.

Yo no sé cómo es que llegaron a esta conclusión puesto que yo no tenía un centavo como para presumir. Siempre viví en colonia populachera y nunca pretendí lo contrario. Mis papás no eran empresarios ni directores de empresas trasnacionales ni nada por el estilo, pero ellos pensaban que yo era materialista (y eso era muy malo).

La primera vez que escuché esto fue porque La Berrinches me lo dijo. Y eso porque a ella un güey que le rondaba los huesitos y que cursaba dos semestres más avanzado que nosotros se lo mencionó. Le dijo que le daba miedo andar con ella porque sabía que Yo era su amiga y que Yo tenía fama de materialista, y que de seguro ella era igual y le iba a exigir andar siempre en carro, ir a buenos lugares y ve-tú-a-saber-qué-más. Ella se río a carcajadas en su jeta y le dijo "de dónde sacas eso?". -Me lo dijo Fulanito y todos en tu salón me han dicho lo mismo.

[De hecho, había uno cuyo apellido es igual a la marca de un carro, que siempre estuvo enamorado en silencio de Miss E (pobrecito) bueno era un secreto a voces; y una vez se atrevió a decir que ella se había perdido de andar con él por interesada. Juarjuarjuar. Miss E ni siquiera lo volteaba a ver! Este comentario lo utilizábamos para mofarnos de ella cuando se ponía en su papel de diva. Le decíamos: acuérdate que por esa actitud te perdiste de andar con el partidazo ese. Buenísimoooooo! jajajajaja]

Como no había porqué dar explicaciones a nadie, entonces empezamos a fingir que de verdad éramos unas cabronas interesadas hijasdelachingada. Coincidió que cada una encontró trabajitos de medio tiempo donde, a pesar de las super chingas, lo poquito que ganábamos era una fortuna para cualquier estudiante. Así nos comprábamos garritas (en oferta) a las cuáles les aumentábamos el precio u omitíamos que lo habíamos sacado en pagos. Hablábamos de antros de moda -omitiendo que el amigo de un amigo trabajaba ahí como mesero- de carros, de celulares, de vacaciones y demás. El resultado es que ninguna de las tres tuvo galán que fuera a la misma escuela que nosotras, en los cuatro años que duró la carrera. Éramos malas, perversas, ma-te-ria-lis-tas y VIP por lo que para ti, naco, éramos inalcanzables.

Ay, qué tiempos aquéllos! Cuando 100 miserables pesos nos hacían reinas por un día. Cuando la que aún tenía al final de la quincena invitaba los desayunos. Cuando ir a un bar en Ecatepec y tomarnos una chela cada quién, era lo más chic que podíamos pagar, cuando un taxi de 40 pesos nos hacía sentir unas Hilton en su limusina. Pocos supieron lo que era trabajar y estudiar al mismo tiempo. Muy pocos, de hecho. Correr para llegar a tiempo al trabajo, y apenas dormir para no perder el derecho a examen de la clase de las 7.



Este post está dedicado a Las Fashion, con mucho amor.

jueves, 15 de enero de 2009

de nombres y autos...

La primera vez que supe que un auto tenía nombre [Kitt no cuenta, ok?] -y me refiero a nombre propio, no al genérico; vocho, nave, avión, etc- fue cuando un ex de Miss E se refirió a su Tsuru como "Gasparín". Sí, adivinaron, era blanco.

Luego, conforme pasó el tiempo como que se hizo un poco más frecuente escuchar ciertos apodos o nombres (?) como: Chubigón, Desastrus, Aquimichú, etc. Buscando información al respecto en la red, me encuentro con opiniones divididas. Aquellos que opinan que es una reverenda estupidez ponerle nombre propio al auto, y aquellos que están a favor de Los Derechos de los autos a tener una vida sana y a ser tratados con respeto y amor... Bueno, exageré, sólo hay algunos que no le ven nada de malo el nombrar al auto como si fuera una mascota, ya?

Y bueno, la verdad es que... estamos estrenando nave y YO le quiero poner nombre porque se me da mi gana aunque Mr D me dirija la mirada esa que siempre usa cada que empiezo a divagar. No lo veo muy animado con la idea por lo que de seguro seré yo y sólo yo la que lo elija, aunque de momento no tenga NPI, pero qué nombre le pones a un Jimny color arena? Mmm... Piensa, D! Piensa!

Por lo pronto les dejo este bonito modelo de una de mis vecinas que supongo tiene un negocio de fiestas infantiles o en una de esas y su abuelito fue el creador de Los Pitufos y este es meramente un homenaje.




Nota al margen: No, este no es mi nuevo auto. Lo juro.