jueves, 27 de agosto de 2009

de lo que son los cambios

"Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo... del miedo al cambio".


El cambio más grande que he sufrido en mi vida, evidentemente, ha sido el cambiarme de país. Sin embargo, los cambios pequeños, los de las decisiones diarias, a veces son los que más trabajo nos cuesta llevar a cabo. Siempre nos pasamos considerando lo que puede salir mal, lo que nos puede fallar: y que tal si me arrepiento? y qué tal si no me gusta? y qué tal si no es tan bueno como se ve? Y estas dudas son las que nos llevan a mantenernos en un lugar que ya no nos gusta, en un trabajo que no nos satisface, en una carrera que ni nos llama la atención e incluso en una relación de pareja que nos hace infelices.

Decía mi abuela que todo cambio es para bien. Obvio, todo conlleva ciertos riesgos, y siempre que cambiamos ganamos unas cosas y perdemos otras. Lo ideal sería ganar cosas positivas y deshacernos de las negativas, aunque no siempre sucede así. Sin embargo, si tenemos algo 90% jodido y nos encontramos con la oportunidad de algo 60% bueno, no lo cambiarías?

Por ejemplo, yo en cuestiones laborales SIEMPRE busqué un trabajo primero que me llamara la atención o que representara un reto, luego que el ambiente laboral fuera de mi agrado en general -siempre hay el negrito del arroz, pero no se puede elegir a los compañeros- que no tuviera que invertirle más de una hora en tiempo para llegar (por eso a santa fe siempre le hice fuchi) y que me mantuviera ocupada toda la jornada. En cuanto uno de estos factores hacían falta, me buscaba otra chamba.

Ya sé que me van a decir que de seguro no tenía gastos fuertes: colegiaturas o pensión alimenticia o pago de casa o mensualidad del carro. Y pues tienen razón, no tenía nada de eso en mi lista de gastos mensuales pero lo que quiero decir es que cambiar cuando no se está a gusto en la situación actual no es malo, ni es descabellado ni es imposible.

Lo mismo pasa en las relaciones de pareja. Muchos se quedan con su peor es nada solamente para no estar sol@: para tener alguien con quien ver tele en la noche -aunque sea sólo fútbol o telenovelas- por comodidad, por dinero, por estatus, por costumbre, etc. Y aguantan engaños, maltratos o indiferencia porque "de aquí a que me encuentre otr@", "qué tal que l@ dejo y con el que sigue me va peor", "es que si lo dejo quién me va a mantener", " es que quién me va a lavar la ropa?", "qué voy a hacer yo sol@?". Pero estar solo no es malo, estar sólo a veces es justo lo que necesitamos para volver a ser felices.



Les dejo estas fotos de Rochefort nomás porque lo decidí y se me dio mi gana.












4 comentarios:

Angiepoquianchi dijo...

No pues tienes el post atascado de razón, ah! y me gust aimposición de poner las fotos jijiji

dianarl dijo...

yo espero que los cambios que estan sucediendome este año traigan cosas buenas y pueda notarlas por que aun no las encuentro jajaja pero bueeeeeh!
Muy lindas las fotos, mas andale siiiii?

Anónimo dijo...

Es horrible cuando puede más la costumbre que las ganas. Lo bueno de que eso pase es que uno sabe que lo que pasa está mal. Saludos desde el país del mcdonals de nuevo!

Unknown dijo...

Pues yo creo que tu post está bien fregón y lo cortas de tajo y no lo terminas. Pero chido.

Angel Caido (desde otra cuenta)