¿Cuándo se acaba el amor? ¿Pero acaso alguien sabe cuándo comienza? Dudo que un ser humano que se enamore de verdad sepa cómo, cuándo y porqué surgió el amor hacia el otro. Unos dicen que basta una mirada, una sonrisa, una caricia casi al descuido, un roce, un tono de voz... Tal vez un detalle? Tal vez cierto aroma... Tal vez el mundo se detuvo alrededor, sólo un instante. Tal vez no sucedió nada de eso; o entonces porqué hay amores no correspondidos? Tal vez sucedió todo al mismo tiempo, y nada pasó. Dónde está el amor? Dónde nace? Quién lo ha visto? Quién lo ve venir, acercarse sigilosa e intempestivamente... como un rayo, imprevisto, fuerte, perturbador, cegador, e inmensamente doloroso. Y así como llega se va. Se va cuando una mentira surge, cuando una mirada se desvía, cuando una palabra se endurece. Cuando la indiferencia se abre paso entre dos seres que durante un tiempo pensaron, comieron, durmieron, suspiraron, soñaron al unísono. Basta abrir los ojos y ver al otro en su esencia humana, imperfecta y atroz. Cruel y abusiva, manipuladora. Enmascarada humildad que despierta de golpe nuestro propio ego hasta entonces en las nubes de miel y hojuelas. No sabes qué duele más si el engaño o la verdad... Si cuando llega o cuando se va.
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