Acabo de recibir un mail de Miss E contándome sus aventuras en Corea del Sur donde acaba de pasar dos semanas de vacaciones. Se lanzó con su marido y su retoñito que no tiene ni un año de nacido... y pensar que parece que fue ayer cuando se casaron esos dos.
Recuerdo que me dio la noticia por el msn, la muy babis. Y es que andábamos tan ocupadas como siempre, sin tiempo para irnos a tomar un café y con hartos compromisos con nuestros respectivos, a según. El caso es que me avisó que se casaba cuando chatéabamos alegremente. Debí haber sospechado algo desde el principio ya que era muy raro que ella se conectara. Méndiga. Cuando leí la noticia sentí que el mundo se abría a mis pies. Supongo que algo parecido deben sentir las madres cuando las hijitas les salen con que "Fulanito y yo nos vamos a casar" aaarrgghh!!! Ahí me dije "oh, no! la perdimos!". Obvio, como amiga egoísta que era no me gustó nada la idea. Era MI amiga y una cosa es que vivieran juntos y otra muy diferente que ya fueran a formalizar el asunto. Lloré y lloré y lloré mientras contestaba que me alegraba mucho por ella y mientras me contaba cómo le había entregado el anillo de compromiso. Y neto sí estaba contenta, pero sabía que ya jamás podríamos volver a echar desmadre como antes (eso y que su ahora esposo no me parecía "el hombre adecuado" aunque debo reconocer que me equivoqué). Pero a qué amiga le parece que ese hombre es el adecuado para SU amiga? A ver!! NUNCA son lo suficientemente buenos a nuestros ojos, nunca es demasiado lindo, ni demasiado educado, ni demasiado sincero... siempre vemos moros con tranchetes aunque el tipo sea de lo mejor. Si es guapo, seguro tiene a otra; si es lindo, seguro está fingiendo; si gana bien, seguro es un egoísta codo; si no lo gana, es un loser; si es detallista, seguro hizo algo y quiere borrar sus culpas; si es muy respetuoso, seguro es medio gay; si es generoso, seguro quiere impresionar; etc, etc, etc. En fin, que pensé en todo eso y más y pues con un nudo en la garganta y los dedos trabados pregunté: "para cuándo?" Y ooohhhh! sorpresa. En menos de dos meses. Quéeeeeee!!!!
Cuando vi que la boda era inminente y que no había ni pa donde correr, lo primero que me vino a la cabeza fue lo que cualquier mujer en mi lugar habría pensado "QUÉ ME VOY A PONER!" Mierda. Me dijo que la boda sería en una playa, que quería que fuera su madrina de argollas y que sabía que contaba conmigo (gulp!). Acordamos vernos el siguiente fin para ir con las demás damas (fuimos 4) a buscar el vestido que debía de ser rosa a huevo, ya que la novia así nos quería ver vestidas. Nos vimos un domingo, en una tarde pinche. Las demás nenas no se decidían. Yo vi un vestido fiucsa en Liz Minelli que me encantó y dije de aquí soy. Les dije a las demás "a mí me gustó éste y éste me voy a comprar, si ustedes quieren uno igual o prefieren buscar otro modelo, yo no tengo problema". No tenía ni tiempo ni ganas de seguir buscando. Así que ahí estábamos todas, probándonos el mismo vestido y la realidad me sobrepasó. Ellas se veían divinas, una flaca con lindas formas que se veía como modelo de pasarela con el vestido encima; la otra con unas bubis que resaltaban ante el escote tipo halter. Y yo, ni flaca ni con bubis. Yo me veía como perro de pueblo, con una panza que no se veía nada bien ante el vestido pegado. Oh Dios!!! Me veo horribleeeeeeeeeeeee!!!!!!
Al día siguiente, ya en la oficina volteé a ver mi calendario y conté las semanas restantes para el evento. A la velocidad de 120 golpes por minuto le pedí a mi prima Ia que me diera los datos de la nutrióloga ella estaba viendo y que ya le había bajado los kilitos que quedaron de su segundo embarazo. Anoté "Sarahí" y un teléfono. La dirección quedaba en Ciudad Neza. Madres! En la vida me había parado por ahí. Era lunes y en seguida le llamé. El martes era festivo y no trabajaba pero le conté lo desesperado de mi caso y se apiadó de mí.
Por el msn también le dí la noticia al Innombrable y le dije que era un must que fuéramos a darnos un rol a minezota al siguiente día. Me llevó y ahí empezó mi jornada. Pesaba 57 kilos y para mí era terrible ya que hasta los 25 años había sido una maldita flaca que con pedos rozaba los 50 kgs. Ahí taba yo en todo mi esplendor con 72 cm de cintura, o donde alguna vez lo estuvo y con mis muslos que parecían jamones.
El primer paso fue cambiar de hábitos, y sí que me los cambió. De desayunar un café y un tamal oaxaqueño pasé a desayunar un café y dos rebanadas de pan tostado integral con queso cottage. El café sin azúcar, obvio. Como todo el tiempo tenía hambre, me la pasaba comiendo manzanas o melón picado con 4 almendras. No una ni dos, ni tres, ni cinco... c-u-a-t-r-o. La comida era media lata de atún con ensalada de lechuga, medio aguacate y verduras cocidas, excepto papa o elote). Más fruta. Mucha agua. Café o Té. En la cena me tocaba otra vez lo del desayuno o más fruta con más queso cottage... Los primeros 3 días fueron los más terribles. Veía a mis compañeritos llegando con la bolsa de los tamales, las galletas y las quesadillas. Y yo tragando manzanas y almendras.
Total que por poco y dejo el régimen porque al Innombrable se le ocurrió cortarme a escasas 5 semanas del tan anunciado evento. Yo ya había pagado el hotel donde se suponía nos íbamos a quedar. Chingao! Hotel, playa, fin de semana y yo sola como perro sarnoso pero bueno, ese es otro post. El caso es que por fortuna, le platiqué a mi amiga Mary lo maravillosa que era mi nutrióloga que me había bajado dos kilos en la primer semana y dijo, yo voy. Así en un momento íbamos cuatro a ver a Sarahí, aunque creo que sólo yo terminé como quería. Mi mamá me compraba y me preparaba mi comida: pechugas asadas, jugos, frutas, cereales, yogurt. Y ahí me veías en el metrobús con una bolsa llena de "tópers" con cuanta madre y mis colaciones.
A ocho días de la boda yo me veía bien pero quería verme regia. Le dije a Sarahí, ahora sí, lúcete!!! Tengo una semana y me falta un kilo!!! Dime qué hago. Me volteó a ver y me dijo "estás segura?" Y yo "sí". "Ok, pero esta dieta está muy pesada, aún así quieres que te la dé o prefieres repetir una de las que ya hiciste?" "No, quiero cerrar con broche de oro, más pesado que lo que ya pasé? qué puede ser?" "Ok, al despertar yogurt natural con miel de maíz y cuatro almendras, como desayuno yogurt natural con miel de maíz y cuatro almendras, de colación yogurt natural con miel de maíz y cuatro almendras..." Qué?" "Y así el primer día; el segundo, yogurt natural con miel de maíz y... y a medio día puedes comerte una taza de verduras crudas, excepto las que ya sabes... el tercer día...."
La última semana la verdad, ya ni la sentí. Era feliz con el hecho de verme al espejo [en 6 semanas perdí siete kilos] con ese hermoso vestido fiucsa en corte sirena de tela vaporosa, con escote halter y detalles en chaquira y canutillo. Los zapatos eran esplendorosos del mismo tono y encontré una bolsita tipo sobre muy mona que hacía juego. Nunca he sido fan de la joyería así que por eso no me preocupé, además ya había gastado una lanita. Así que usé algo de plata que ya tenía y listo.
El mero día tuve un problema con la pinche estilista cabrona y fue gracias a Hugo (que fungió como mi acompañante en la boda y que hospedó a mi hermana y a Chispita muy amablemente en su casa) que salí del paso porque me recomendó a SUS estilistas quienes me dejaron en calidad de princesa. Llegué barriéndome a la ceremonia. Ay Dios! Fue una odisea, pero todo quedó bien chido. Miss E se veía hermosa, radiante, feliz, y todo el esfuerzo valió la pena. Pude estar con ella y bailar canciones de timbiriche con el atuendo que el grupo versátil nos proporcionó. Haciendo el oso de mi vida pero valiéndome reverendas madres canté:
"y no puedo olvidarte
tal vez tú regreses
que aquí yo estaré
esperándote amor
no lo puedes llegar a negar
tú y yo somos uno mismo
u-ooooooooooo"
Tenía el corazón roto, pero el cuerpo de top model!!! jaaaaaaaaaaaa!!!!!!
Recuerdo que me dio la noticia por el msn, la muy babis. Y es que andábamos tan ocupadas como siempre, sin tiempo para irnos a tomar un café y con hartos compromisos con nuestros respectivos, a según. El caso es que me avisó que se casaba cuando chatéabamos alegremente. Debí haber sospechado algo desde el principio ya que era muy raro que ella se conectara. Méndiga. Cuando leí la noticia sentí que el mundo se abría a mis pies. Supongo que algo parecido deben sentir las madres cuando las hijitas les salen con que "Fulanito y yo nos vamos a casar" aaarrgghh!!! Ahí me dije "oh, no! la perdimos!". Obvio, como amiga egoísta que era no me gustó nada la idea. Era MI amiga y una cosa es que vivieran juntos y otra muy diferente que ya fueran a formalizar el asunto. Lloré y lloré y lloré mientras contestaba que me alegraba mucho por ella y mientras me contaba cómo le había entregado el anillo de compromiso. Y neto sí estaba contenta, pero sabía que ya jamás podríamos volver a echar desmadre como antes (eso y que su ahora esposo no me parecía "el hombre adecuado" aunque debo reconocer que me equivoqué). Pero a qué amiga le parece que ese hombre es el adecuado para SU amiga? A ver!! NUNCA son lo suficientemente buenos a nuestros ojos, nunca es demasiado lindo, ni demasiado educado, ni demasiado sincero... siempre vemos moros con tranchetes aunque el tipo sea de lo mejor. Si es guapo, seguro tiene a otra; si es lindo, seguro está fingiendo; si gana bien, seguro es un egoísta codo; si no lo gana, es un loser; si es detallista, seguro hizo algo y quiere borrar sus culpas; si es muy respetuoso, seguro es medio gay; si es generoso, seguro quiere impresionar; etc, etc, etc. En fin, que pensé en todo eso y más y pues con un nudo en la garganta y los dedos trabados pregunté: "para cuándo?" Y ooohhhh! sorpresa. En menos de dos meses. Quéeeeeee!!!!
Cuando vi que la boda era inminente y que no había ni pa donde correr, lo primero que me vino a la cabeza fue lo que cualquier mujer en mi lugar habría pensado "QUÉ ME VOY A PONER!" Mierda. Me dijo que la boda sería en una playa, que quería que fuera su madrina de argollas y que sabía que contaba conmigo (gulp!). Acordamos vernos el siguiente fin para ir con las demás damas (fuimos 4) a buscar el vestido que debía de ser rosa a huevo, ya que la novia así nos quería ver vestidas. Nos vimos un domingo, en una tarde pinche. Las demás nenas no se decidían. Yo vi un vestido fiucsa en Liz Minelli que me encantó y dije de aquí soy. Les dije a las demás "a mí me gustó éste y éste me voy a comprar, si ustedes quieren uno igual o prefieren buscar otro modelo, yo no tengo problema". No tenía ni tiempo ni ganas de seguir buscando. Así que ahí estábamos todas, probándonos el mismo vestido y la realidad me sobrepasó. Ellas se veían divinas, una flaca con lindas formas que se veía como modelo de pasarela con el vestido encima; la otra con unas bubis que resaltaban ante el escote tipo halter. Y yo, ni flaca ni con bubis. Yo me veía como perro de pueblo, con una panza que no se veía nada bien ante el vestido pegado. Oh Dios!!! Me veo horribleeeeeeeeeeeee!!!!!!
Al día siguiente, ya en la oficina volteé a ver mi calendario y conté las semanas restantes para el evento. A la velocidad de 120 golpes por minuto le pedí a mi prima Ia que me diera los datos de la nutrióloga ella estaba viendo y que ya le había bajado los kilitos que quedaron de su segundo embarazo. Anoté "Sarahí" y un teléfono. La dirección quedaba en Ciudad Neza. Madres! En la vida me había parado por ahí. Era lunes y en seguida le llamé. El martes era festivo y no trabajaba pero le conté lo desesperado de mi caso y se apiadó de mí.
Por el msn también le dí la noticia al Innombrable y le dije que era un must que fuéramos a darnos un rol a minezota al siguiente día. Me llevó y ahí empezó mi jornada. Pesaba 57 kilos y para mí era terrible ya que hasta los 25 años había sido una maldita flaca que con pedos rozaba los 50 kgs. Ahí taba yo en todo mi esplendor con 72 cm de cintura, o donde alguna vez lo estuvo y con mis muslos que parecían jamones.
El primer paso fue cambiar de hábitos, y sí que me los cambió. De desayunar un café y un tamal oaxaqueño pasé a desayunar un café y dos rebanadas de pan tostado integral con queso cottage. El café sin azúcar, obvio. Como todo el tiempo tenía hambre, me la pasaba comiendo manzanas o melón picado con 4 almendras. No una ni dos, ni tres, ni cinco... c-u-a-t-r-o. La comida era media lata de atún con ensalada de lechuga, medio aguacate y verduras cocidas, excepto papa o elote). Más fruta. Mucha agua. Café o Té. En la cena me tocaba otra vez lo del desayuno o más fruta con más queso cottage... Los primeros 3 días fueron los más terribles. Veía a mis compañeritos llegando con la bolsa de los tamales, las galletas y las quesadillas. Y yo tragando manzanas y almendras.
Total que por poco y dejo el régimen porque al Innombrable se le ocurrió cortarme a escasas 5 semanas del tan anunciado evento. Yo ya había pagado el hotel donde se suponía nos íbamos a quedar. Chingao! Hotel, playa, fin de semana y yo sola como perro sarnoso pero bueno, ese es otro post. El caso es que por fortuna, le platiqué a mi amiga Mary lo maravillosa que era mi nutrióloga que me había bajado dos kilos en la primer semana y dijo, yo voy. Así en un momento íbamos cuatro a ver a Sarahí, aunque creo que sólo yo terminé como quería. Mi mamá me compraba y me preparaba mi comida: pechugas asadas, jugos, frutas, cereales, yogurt. Y ahí me veías en el metrobús con una bolsa llena de "tópers" con cuanta madre y mis colaciones.
A ocho días de la boda yo me veía bien pero quería verme regia. Le dije a Sarahí, ahora sí, lúcete!!! Tengo una semana y me falta un kilo!!! Dime qué hago. Me volteó a ver y me dijo "estás segura?" Y yo "sí". "Ok, pero esta dieta está muy pesada, aún así quieres que te la dé o prefieres repetir una de las que ya hiciste?" "No, quiero cerrar con broche de oro, más pesado que lo que ya pasé? qué puede ser?" "Ok, al despertar yogurt natural con miel de maíz y cuatro almendras, como desayuno yogurt natural con miel de maíz y cuatro almendras, de colación yogurt natural con miel de maíz y cuatro almendras..." Qué?" "Y así el primer día; el segundo, yogurt natural con miel de maíz y... y a medio día puedes comerte una taza de verduras crudas, excepto las que ya sabes... el tercer día...."
La última semana la verdad, ya ni la sentí. Era feliz con el hecho de verme al espejo [en 6 semanas perdí siete kilos] con ese hermoso vestido fiucsa en corte sirena de tela vaporosa, con escote halter y detalles en chaquira y canutillo. Los zapatos eran esplendorosos del mismo tono y encontré una bolsita tipo sobre muy mona que hacía juego. Nunca he sido fan de la joyería así que por eso no me preocupé, además ya había gastado una lanita. Así que usé algo de plata que ya tenía y listo.
El mero día tuve un problema con la pinche estilista cabrona y fue gracias a Hugo (que fungió como mi acompañante en la boda y que hospedó a mi hermana y a Chispita muy amablemente en su casa) que salí del paso porque me recomendó a SUS estilistas quienes me dejaron en calidad de princesa. Llegué barriéndome a la ceremonia. Ay Dios! Fue una odisea, pero todo quedó bien chido. Miss E se veía hermosa, radiante, feliz, y todo el esfuerzo valió la pena. Pude estar con ella y bailar canciones de timbiriche con el atuendo que el grupo versátil nos proporcionó. Haciendo el oso de mi vida pero valiéndome reverendas madres canté:
"y no puedo olvidarte
tal vez tú regreses
que aquí yo estaré
esperándote amor
no lo puedes llegar a negar
tú y yo somos uno mismo
u-ooooooooooo"
Tenía el corazón roto, pero el cuerpo de top model!!! jaaaaaaaaaaaa!!!!!!
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