sábado, 4 de octubre de 2008

... negociación y celebración

Lo malo de estar enojados es que no escuchamos razones ni disculpas ni hay pero que valga. Ayer, por una tontería me puse en calidad de Hulk e hice caso omiso al "I'm sorry" de Mr. D. El resultado fue que él también se enojó y no nos hablamos por casi cuatro horas. No vimos tele juntos, no cenamos, no platicamos, no nada. En una palabra, no celebramos como teníamos pensado hacerlo. Fue hasta hoy en la mañana que pudimos decirnos (de nuevo) lo que intentamos comunicar ayer sin resultados, a causa del enojo.

Hoy ya acordamos que si se repite la situación él actuará de una manera y yo seré paciente y actuaré de otra. Sin gritos, sin reproches y sin tormentas en vasos con agua. Todo fuera como eso, caray, pero pinche encabronamiento que no me dejó escuchar sus disculpas y sus explicaciones. Pero es que cuando tengo hambre y no como, me pongo mal, y encima tener que esperar y que no lleguen... a quién le gusta esperar? a quién le gusta tener hambre y no comer? A ver! que me expliquen... En fin, ya pasó y ya se solucionó.

Tanto que celebramos con champagne y galletitas rosas cortesía de Karla de Reims. Mil gracias.

La foto al calce lo demuestra.

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