martes, 7 de octubre de 2008

... de lo que es la felicidá


Abrir comillasFelicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.Cerrar comillas
SARTRE, Jean-Paul

Ayer hablé con mi madre y no cabe duda que la felicidad está dentro de uno mismo. No hay nada ni nadie que te otorgue la felicidad si tú no estás dispuesto a sentirla. Mi madre cumple dentro de pocos días 49 años, y me ha dicho que es completamente feliz. Que no le falta nada, que se siente libre, realizada en todos los aspectos y orgullosa de haber hecho de nosotras "mujeres de bien".

Ella no es rica pero tampoco es pobre. No le sobra el dinero y a veces gasta más de lo que debería como buena mujer que es, pero dice que nunca se queda sin comer. No está atada al aspecto material pero sí al familiar y espiritual. Supongo que eso lo heredó de mi SS Abuela. Me dijo que se siente orgullosa de lo que yo he hecho con mi vida, y mis logros; cuando hay cosas de las que ni yo me enorgullezco, y cuando hay cosas que siento que no he logrado aún.

Pero así es mi madre, es puro amor para todos y por lo mismo es una mujer feliz. Su trabajo es independiente por lo que ella decide si chambea o no, si se toma un fin de semana o una semana entera de vacaciones, si se levanta tarde o temprano, si sale o se queda en casa. Ella prioriza su tiempo dedicándoselo a mi hermana y a ella misma en lugar de una oficina o un jefe demandante. Ella tiene novio desde hace años pero no vive con él. Ella prefiere seguir en su casa, ocupándose de sus propias cosas en lugar de las de alguien más "que ni de mi familia es" como señala.

Sus hermanas opinan que debería buscarse un trabajo formal, con un ingreso fijo y horarios. Ella no entiende porqué le dicen eso si nunca les ha pedido nada para mantenerse. Yo la respaldo en su opinión porque no quiero que ningún jefe la estrese. Quiero para ella una vida tranquila, que se merece porque durante muchos años se fletó trabajando diez horas diarias como asistente de un judío de muy mal carácter (saludos al Sr. N, por cierto!).

Sus hermanas también le preguntan que si un día se decidirá a compartir su vida con el Sr. Hernández, y en lugar de enojarse ante tanto cuestionamiento, prefiere decir con toda la suavidad de la que es capaz que ese es un asunto privado que concierne sólo a ella y a su pareja y que no tiene porqué dar explicaciones a nadie. Además "yo prefiero cuidar de tu hermana", según me dice.

La felicidad de mi madre depende enteramente de ella y de su disposición mental a sentirse feliz sin amargarse por lo que opine la gente o lo que la gente le sugiere que haga. Hace ya tres años que estuvo muy grave en el hospital y a un pelito de morir. Esa experiencia la tomó como una segunda oportunidad que le dio Dios para dejar de preocuparse por cosas que no tienen importancia; y para empezar a disfrutar de lo bello de la vida, como el tiempo a lado de sus seres queridos: "no me quedo con nada, hija, digo lo que siento cuando lo siento aunque se enojen tus tías".

Ella hace lo que quiere porque quiere hacerlo y yo soy feliz también porque ella es feliz. No es maravilloso? A ella le ha tocado ser la persona cohesionante de lo que queda de mi familia después del fallecimiento de mi SS Abuela. A ella la buscan todos los demás hermanos porque es neutral y porque nunca le duran los enojos, aunque a algunos de ellos no les parezca cómo lleva su relación sentimental. "La familia es primero y ustedes están por encima de cualquier cabrón".

Amén.

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