Y pues pasó mi cumpleaños sin pena pero con mucha gloria. O bueno, con un desmadre discreto en casa.
Esa semana yo no estaba tan contenta como debí haberlo estado por la sencilla razón que Mr D se había rehusado firmemente a tener invitados a cenar. El depa no es grande y nuestra mesa es si acaso para 6 personas. Claro, como buena mexiCAN yo pensaba que eso era lo de menos (si somos capaces de meter a 13 personas en un vocho, que no quepan en un depa!) pero claro, él con su pensamiento europeo de notenemosespacioparainvitaratantaspersonasacenar me quitó la ilusión de celebrar mi cumple bien rápido.
Así que hice el berrinche correspondiente y dije "posoranoquieronimadres!!" Así, literal. Y estuve con cara toda la semana. El viernes 10 me fui a trabajar sin sospechar que mi domador y la prima yoyalosabíatodoperonotepodíadecir ya habían echado a andar un plan maquiavélico.
Cuando regresé a casa la actitud sospechosista ya estaba a un grado digamos, evidente. Pero claro, yo no podía estar segura de nada. Me llevé a mi Guustje al parque a pesar del aguacero que se soltó y ya había quedado de irme a echar unos drinks a festejarme a como diera lugar con o sin la compañía de Mr D (ahuevo!). Sin embargo, algo que me descorazonó en el momento fue que mi amiga y consuegra a la que no voy a nombrar pero que ya sabe quién es me salió con que no podía alcanzarme a echar el drink porqueachuchitalabolsearon.
Tons, muy resignadamente me fui con mi gordito y la prima todoestasaliendomejordeloplaneado a echarnos ese drink para curar la desilusión. El clima no ayudó para nada pero afortunadamente, el puesto del mercadito en cuestión se puso las pilas y pusieron una lonita para resguardar a los bebedores que a pesar del mal tiempo, llegamos fieles a la cita como cada viernes.
Allá nos alcanzaron: mi querida paisana y vecina con su hermosa niña (un saludo-do-do a la gente bonita que vive a lado de la panadería) y mis queridos Fred & Manu con el alegre Zeb que venía saliendo del veterinario y no andaba del mejor humor, pero bueno.
Como a la hora y media, mi cel empezó a sonar y yo dije "y 'ora?" Era Mr D (el que jamás me llama al celular ni aunque sea emergencia) que quería saber como a qué hora iba a regresar a la casa. Ahí debí haber sospechado algo pero la neta, ya iba en la segunda ronda del vino tinto y no estaba como para analizar las cosas. Le dije que nomás me acababa el medio litro que acababa de pedir y me iba (jajaja!).
Al final fue el clima el que nos hizo abandonar el mercadito y me fui a la casa muy resignadamente y cuando voy llegando...
Efectivamente, había una reunión sorpresa.
Awww!! Mr D me sorprendió y yo fui muy, muy feliz. Festejé, me reí, recibí llamadas y miles de felicitaciones en Fb (BTW mil gracias de nuevo) y me la pasé de lo lindo.
Me gusta eso de cumplir años.
Esa semana yo no estaba tan contenta como debí haberlo estado por la sencilla razón que Mr D se había rehusado firmemente a tener invitados a cenar. El depa no es grande y nuestra mesa es si acaso para 6 personas. Claro, como buena mexiCAN yo pensaba que eso era lo de menos (si somos capaces de meter a 13 personas en un vocho, que no quepan en un depa!) pero claro, él con su pensamiento europeo de notenemosespacioparainvitaratantaspersonasacenar me quitó la ilusión de celebrar mi cumple bien rápido.
Así que hice el berrinche correspondiente y dije "posoranoquieronimadres!!" Así, literal. Y estuve con cara toda la semana. El viernes 10 me fui a trabajar sin sospechar que mi domador y la prima yoyalosabíatodoperonotepodíadecir ya habían echado a andar un plan maquiavélico.
Cuando regresé a casa la actitud sospechosista ya estaba a un grado digamos, evidente. Pero claro, yo no podía estar segura de nada. Me llevé a mi Guustje al parque a pesar del aguacero que se soltó y ya había quedado de irme a echar unos drinks a festejarme a como diera lugar con o sin la compañía de Mr D (ahuevo!). Sin embargo, algo que me descorazonó en el momento fue que mi amiga y consuegra a la que no voy a nombrar pero que ya sabe quién es me salió con que no podía alcanzarme a echar el drink porqueachuchitalabolsearon.
Tons, muy resignadamente me fui con mi gordito y la prima todoestasaliendomejordeloplaneado a echarnos ese drink para curar la desilusión. El clima no ayudó para nada pero afortunadamente, el puesto del mercadito en cuestión se puso las pilas y pusieron una lonita para resguardar a los bebedores que a pesar del mal tiempo, llegamos fieles a la cita como cada viernes.
Allá nos alcanzaron: mi querida paisana y vecina con su hermosa niña (un saludo-do-do a la gente bonita que vive a lado de la panadería) y mis queridos Fred & Manu con el alegre Zeb que venía saliendo del veterinario y no andaba del mejor humor, pero bueno.
Como a la hora y media, mi cel empezó a sonar y yo dije "y 'ora?" Era Mr D (el que jamás me llama al celular ni aunque sea emergencia) que quería saber como a qué hora iba a regresar a la casa. Ahí debí haber sospechado algo pero la neta, ya iba en la segunda ronda del vino tinto y no estaba como para analizar las cosas. Le dije que nomás me acababa el medio litro que acababa de pedir y me iba (jajaja!).
Al final fue el clima el que nos hizo abandonar el mercadito y me fui a la casa muy resignadamente y cuando voy llegando...
Efectivamente, había una reunión sorpresa.
Awww!! Mr D me sorprendió y yo fui muy, muy feliz. Festejé, me reí, recibí llamadas y miles de felicitaciones en Fb (BTW mil gracias de nuevo) y me la pasé de lo lindo.
Me gusta eso de cumplir años.