lunes, 12 de abril de 2010

de lo que es tener un perro pirata (2)

Un día encontramos un French Bulldog totalmente negro. Se llamaba Wodka y tenía tal vez un año de edad. Ya no me acuerdo bien pero cuando llamamos para pedir más información y para ver si podíamos ir a visitarlo, resultó que ya estaba "apartado".

Un par de días después me encontré con Sydney. Una cachorrita de Bulldog Inglés preciosa. Tenía escasos 4 meses pero un defecto congénito en sus patas traseras por lo que requería de al menos un par de cirugías y muchos cuidados. Llamamos al asilo en cuestión y nos dijeron que... efectivamente, ya había una familia interesada en ella.

Pero el mismo asilo era el que tenía a un French Bulldog de dos años y medio de edad que al parecer había pasado ya, ocho meses de su vida en un criadero sirviendo de semental. Luego, por alguna razón, el criadero decidió que ya no servía para sus propósitos y se deshicieron de él. La fotografía del perro en cuestión no mostraba su mejor ángulo. Estaba borrosa y sólo se apreciaba la cabeza del animal vista desde arriba. Nada espectacular.

Le pedí a Mr D que también preguntara por él. Le dijeron que estaba disponible pero que el can tenía el ojo izquierdo dañado. Al parecer, había sufrido un rasguño o algo, y aunque todavía era funcional, no era muy estético.

Mr D colgó y me explicó un poco la historia de este can. Abandonado ya en dos ocasiones. Primero por la familia que lo había comprado en una tienda de mascotas pero que después del accidente de su ojo, había decidido que el perro ya no estaba tan bonito. Después, los del criadero. Y ahora estaba al fin, en busca de un hogar permanente que le ofreciera una vida "normal".

Su historia me conmovió pero Mr D no daba señales de mayor interés. Le pregunté si el hecho del ojo del perro era lo que le hacía ruido y me contestó después de un par de segundos que no quería una mascota "enferma"... entonces yo le mencioné el hecho de que Sydney tampoco estaba sana y que sin embargo, él mostraba más entusiasmo. Tal vez porque una era cachorrita y se veía toda cute y el otro era ya un perro adulto.

Al otro día yo volví a visitar el perfil de este perro pirata. Había algo en él que me causaba una infinita ternura. Era jueves y Mr D acababa de llegar del trabajo cuando le pedí que volviera a llamar para hacer una cita. Yo quería conocer al perro. Quería ver si personalmente, sentía ese click. Y yo creo que agarré a Mr D de buenas porque pidió la dirección exacta e hizo cita para el sábado siguiente.

Bélgica es muy pequeña por lo que manejar más de una hora puede significar salir de ella. En este caso, el asilo estaba situado al noreste de Amberes, casi en la frontera con Holanda. Después de consultar google maps (no tenemos GPS en el auto) nos dimos cuenta que sería un "viaje largo". Así que nos preparamos psicológica y físicamente. El clima de ese fin de semana se auguraba lluvioso y con harto viento. Pfff! lo que nos faltaba!

Llegó al fin el sábado y tan pronto sonó el despertador...

(continuará)

6 comentarios:

Bek dijo...

noooooooo, me dejas picada!!

dianarl dijo...

ne neeeee D, así no se vale, siempre cuentas en pausas muuuy largas, anda, a que ya publicas la 3era parte siiiiiiiiii?

Pao D dijo...

Chicas: No puedo contarles todo de zopetón porque es muy largoooo y me canso de escribir, y seguro ustedes se cansarían de leer. A poco creen que es nomás por hacerla de emoción? (^.^)

Anónimo dijo...

vaya: manejar lejos por un perro, eso si q son ganas de querer adoptar!

Pao D dijo...

Agenda: Fueron dos años de espera por lo que esta oportunidad no iba a dejar pasarla aunque tuviera que ir hasta Ámsterdam (bien sacrificada yo!) :D

todavia dijo...

Si, Bere tiene razon!!!! nos dejas a medias caray... Lo bueno es que yo llegue ya con los demas posts escritos =)

Sydney es hermosa!!! yo tambien habria caido de inmediato por ella, no culpo a Mr. D.

Deja sigo leyendo!