Siguiendo en la línea de los traumas les voy a contar uno de los más íntimos de La D. Cualquiera que me conozca un poquito sabrá que tengo cierto hábito obsesivo -sí, sólo uno- y es lavarme los dientes SIN EXCUSA NI PRETEXTO todas las noches antes de dormir.
No importa cuan cansada, estresada, agitada, emocionada, desvelada, desganada, apachurrada, deprimida o borracha -sí, también alguna vez se me han pasado las cucharadas- esté. No puedo dormir si no me he lavado los dientes. Algunos dirán "ay, no mames!" y en incontables ocasiones no podía quedarme a dormir en casa ajena -sí, también solía dormir en casas ajenas- porque no traía conmigo Mi Cepillo De Dientes.
Cómo ven?
Aunque esto tiene su origen en uno de esos traumas que alguien puso ahí y que nunca, nunca nos dejan. Seguramente sucedió antes de salir de la primaria, cuando la inevitable caída de los dientes de leche, dio paso a los dientes permanentes que en primera, no estaban en proporción con el resto de mí -yo era flaca y pequeña y ellos eran Enooormeees- y en segunda -y lo más pior- no salieron derechitos como a todos mis demás compañeritos. Al principio pues nadie se fijaba, no? Yo era como que la más inteligente del salón y una perfecta bully -sí, me los madreaba cuando no hacían lo que yo decía- y nadie se fijaba en mis dientes. Nadie! hasta que llegó cierto chamaco cuyo nombre no voy a mencionar porque si lee esto se va a creer elmuymuy y no tengo porqué hacerle publicidad -maldito!- y qué creen? Usaba Brackets. Y aunque al principio era de él de quién se burlaban, una vez contestó algo así como "pues al menos a mí se me van a enderazar, no que a (Inserte aquí el nombre de su niña bully favorita) se le van a quedar así todos chuecos".
Trauma.
De ahí no paré hasta conseguir que me pusieran los ansiados brackets aunque por cau$a$ de fuerza mayor no pude terminar el tratamiento. No perfecta, pero me quedó una sonrisa que no me hacía pasar vergüenzas, al menos no durante toda mi adolescencia. Por lo tanto, me dije a mí misma que si no podía tener los dientes como los de Ricky Martin
-sí, me encantan sus dientes- al menos, los mantendría limpios, blancos y SANOS; desde entonces el hilo dental -el que es para los dientes- estuvo siempre presente en mi bolsita de cosméticos, junto con cepillo y pasta, y obvio, me los lavaba cada que la ocasión lo requería.
Por otra parte, me hizo ser demasiado fijada -sí, a veces lo soy- y entonces me atraían enormemente los güeyes con dientes parejitos y de preferencia que los tuvieran del mismo tamaño y blancos. Pero, no me quedé ahí, me empecé a fijar también en sus encías -sí, deveras- sobretodo que no las tuvieran inflamadas -o sea, adiós si tienes Gingivitis- ni rojas, sino rosita pálido y parejita al diente -sí, soy idéatica y qué- y si no cumplían con esto, a mí no me veían ni el polvo. Mamona? No, sólo es un pequeño trauma.
Obvio, a todos las víctimas que cayeron en mis garras, me los educaba para que se lavaran los dientes antes de dormir -sí, muy sutilmente- y antes de salir de la casa, sobretodo si nos íbamos a ir de antro o a alguna reunión con más amigos. Porque no fuera a ser el oso de presentarlo con mis cuates y que trajera el cilantrazo o el aliento a centavo egipcio, o sea, tengo una imagen que cuidar.
Y ustedes dirán que es demasiado pero la neta, los dientes los damos por hecho y creemos que siempre van a estar ahí, sin dar lata. O quién los pela si no es cuando ya tenemos un cachete de Kiko con un dolor marca llorarás que no nos deja ni dormir? Los dolores de muela son horribles y yo de niña los sufría seguido porque me encantaba tragar dulces y dormirme con el chicle en la bocota -varios amanecieron en mi cabello y me costaron varias nalgadas de parte de mi SS abuela- pero aprendí por la mala que nada es gratis y que si quiero una sonrisa colgate pues le tengo que dar mantenimiento.
También le tengo miedo al dentista y también alguna vez me inventaba quehaceres o compromisos ineludibles con tal de no ir a mis citas pero, prefiero media hora de estrés cada seis meses que una vida con sonrisa como ésta:
Trauma.
De ahí no paré hasta conseguir que me pusieran los ansiados brackets aunque por cau$a$ de fuerza mayor no pude terminar el tratamiento. No perfecta, pero me quedó una sonrisa que no me hacía pasar vergüenzas, al menos no durante toda mi adolescencia. Por lo tanto, me dije a mí misma que si no podía tener los dientes como los de Ricky Martin
-sí, me encantan sus dientes- al menos, los mantendría limpios, blancos y SANOS; desde entonces el hilo dental -el que es para los dientes- estuvo siempre presente en mi bolsita de cosméticos, junto con cepillo y pasta, y obvio, me los lavaba cada que la ocasión lo requería.
Por otra parte, me hizo ser demasiado fijada -sí, a veces lo soy- y entonces me atraían enormemente los güeyes con dientes parejitos y de preferencia que los tuvieran del mismo tamaño y blancos. Pero, no me quedé ahí, me empecé a fijar también en sus encías -sí, deveras- sobretodo que no las tuvieran inflamadas -o sea, adiós si tienes Gingivitis- ni rojas, sino rosita pálido y parejita al diente -sí, soy idéatica y qué- y si no cumplían con esto, a mí no me veían ni el polvo. Mamona? No, sólo es un pequeño trauma.
Obvio, a todos las víctimas que cayeron en mis garras, me los educaba para que se lavaran los dientes antes de dormir -sí, muy sutilmente- y antes de salir de la casa, sobretodo si nos íbamos a ir de antro o a alguna reunión con más amigos. Porque no fuera a ser el oso de presentarlo con mis cuates y que trajera el cilantrazo o el aliento a centavo egipcio, o sea, tengo una imagen que cuidar.
Y ustedes dirán que es demasiado pero la neta, los dientes los damos por hecho y creemos que siempre van a estar ahí, sin dar lata. O quién los pela si no es cuando ya tenemos un cachete de Kiko con un dolor marca llorarás que no nos deja ni dormir? Los dolores de muela son horribles y yo de niña los sufría seguido porque me encantaba tragar dulces y dormirme con el chicle en la bocota -varios amanecieron en mi cabello y me costaron varias nalgadas de parte de mi SS abuela- pero aprendí por la mala que nada es gratis y que si quiero una sonrisa colgate pues le tengo que dar mantenimiento.
También le tengo miedo al dentista y también alguna vez me inventaba quehaceres o compromisos ineludibles con tal de no ir a mis citas pero, prefiero media hora de estrés cada seis meses que una vida con sonrisa como ésta:
4 comentarios:
Ja, lo leo y no locreo, querida yo también me fijo en los dientes, y en las encias y he conocido gente que digo uoorale y la veo sonreir y veo dientes chuecos y byee!! no puedo, tengo ese trauma aunque no el de lavarme los dientes en la noche, cuando llego ebria mmm quisiera poder caminar a dormir jajajaja.
Pero los dientes son muy importantes, yo traje brackets aunque no los tenía muy muy chuecos y he tenido que aprender a ir al dentista aunque no me duelas (como hacemos la mayoría).
Si no se cuida los dientes o no le importan, digo igual no todo mundo tiene para ir a un tratamiento, pero siento que no, no, no.
Más y más psícologos pierden su trabajo gracias al blog jajajaja.
Pues en Ingkaterra te volverias LOCA, los dientes de la mayoria de los ignleses son un desastre, al parecer es genetico y aparte el dentista es carisimo y mas arreglarte una dentadura como la de la foto (que es inglesa la tipa. De hecho hay un capitulo de los simpsons donde Lisa va a usar frenos y el Dr. le enseña "el gran libro de las sonrisas inglesas" y todos tienen dientes horribles...
Y es perfectamente normal que te fijes en los demás, lo que no te gusta de ti. por ejemplo a mi no me gustan mis piernas regordetas y siempre me fijo en las piernas de las chavas y chavos. tenia una amiga cuya piel de la cara no le gustaba y siempre nos estsba diciendo que bonita piel teniamos, aunque tuviera algunos barros, pecas y pelos...
yo si me fijo pero no al grado de obsesionarme con eso, clar que si los tienen estilo stich como que ya no me llaman la atencion
a que la niñez, todas las cosas fuertes se magnifican en esa etapa, y más con los niños crueles, lo bueno que ese trauma hoy en día es un gran habito en ti, cosa que debería ser un habito para las demás personas, los dientes no son eternos si no se cuidan omo debe ser y si, ir al dentista cada 6 meses ayuda a prevenir cualquier cosas mala en la encias y en la boca en general. un beso muy limpio y fresco!
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