Revisé mi bandeja de entrada y encontré lo de siempre: cadenas, chistes y avisos "urgentes". Nada que me interesara para variar. Adoro a mis amigos pero hay unos que se pasan, puros forwards. Sólo dan señales de vida a través de correos reenviados. Confesaré que no leo ninguno, sino que los borro de inmediato sin siquiera abrirlos. Aunque ese día, me llamó la atención uno que decía "Para ti". Lo abrí y como era de esperarse era una cadena donde decía que tenías que reenviarlo por lo menos a 7 de tus contactos, y que ese día alrededor de las 7 pm tu amor verdadero te llamaría. Sí, claro. En caso de que no lo hicieras tendrías mala suerte en el amor los próximos 7 años. "Una raya más al tigre" pensé. En fin, seleccioné a 7 de los que toda la vida me mandan cadenas (pa que vean lo que se siente) y le di Send.
Revisé mi cuenta en el portal de empleo: "o-ce-ce-punto-com. Veamos, qué hay para hoy. Mmm... Ok, qué quiero? Mi mamá me dijo que me enfocara... Qué quiero? Quiero escapar de las ventas, quiero un sueldo fijo y estable no matters what, también quiero un horario decente de L a V, ya me harté de invertir mi fin de semana en una oficina; también quiero que sea una empresa más nice, ok... un buen sueldo sin tanta responsabilidad, ok, Recepcionista... mmm... Asistente de Dirección... mmm... Sí la armo en Inglés y qué tanto puede ser?..." Con estos pensamientos corregí mi CV para que "encajara" con las vacantes y envié tal vez 20 solicitudes. Todos en el DF, nada de Cuajimalpa, Iztapalapa o Tlalnepantla. No quiero pasarme la vida en el tráfico, lidiando con microbuseros y taxi-terroristas. Leamos el periódico.
Después de aventarme la sección de espectáculos de El Universal, me conecté al msn. Mi amiga Chule estaba on line y me preguntó que cómo me iba. Le conté a grandes rasgos lo del último mes e intercambiamos opiniones con respecto a los hombres. Como cada vez que hablamos. Si yo había tenido mala suerte, ella me decía quítate que ahí te voy. Había recurrido ya a las limpias, a los conjuros de Magia Blanca que publica la "Tú", al Feng Shui, a la Lectura de tarot y demás con tal de atraer al amor verdadero y puras habas. El último, al que ella apodaba "El Sabritas" porque trabajaba en esa empresa nomás porque según su descripción era más bien un tipo promedio. Separado de la esposa desde hacía tres años pero manteniendo su casa como templo y tal cual ella la dejó, por si algún día volvía. Como dice la canción de Juanga "para que tú al volver no encuentres nada extraño". Pobre, estaba en el hoyo y cavando. Total, que la Chule se compadeció de él y le quiso hacer el favorcito, aunque se dio la arrepentida de su vida cuando a la hora de la hora al tipo se le arrugó el ánimo y aunque ella hizo y deshizo (digo, ya estaba ahí) el asunto no se levantó.
Obvio, la traumada fue ella porque pensó que no era suficientemente atractiva como para despertar el deseo de un pelele. Después de maldecir su suerte y yo de tratar de explicarle que el del problema era él y no ella, decidimos vernos el sábado siguiente para ir a disfrutar de esas baguettes tan buenas que sirven en Don Queso. Como en los viejos tiempos cuando trabajábamos juntas en la radiodifusora. Y ya con la cita agendada seguí perdiendo el tiempo en internet.
Mi madre mientras tanto iba y venía en el pequeño departamento donde vivíamos. Tenía que ir a entregar un pedido, me dijo, así que se alistó y se fue. Yo empecé a buscar una cita ad hoc para adornar mi nick. Una de dolor porque estaba más que ardilla. Una que me hiciera sentir peor de lo que ya me sentía. Eso es, mi lado masoquista afloró y necesitaba encontrar alguna maravillosa para sustituir el "wow! qué divertido estuvo anoche, gracias corazón!" que tenía actualmente y que era super fake porque hacía semanas que mis noches eran nomás para berrearle a la almohada. Pero tenía que hacerme la fuerte aunque nadie me lo creyera.
Total que buscando en CitasyRefranes.com y después de leer y leer y leer y que ninguna me acabara de gustar hubo algo que llamó mi atención. Del lado derecho de la pantalla había publicidad, misma que jamás había visto a pesar de ser visitante asidua a la website. Qué tal. "Mexicancupid, find your mexican love". Sí, claro. A ver. Le dí click y apareció una galería de fotos de hombres y mujeres -a según- buscando el amor. Bueno, por ver no se paga.
Ah, ya entendí. Es para extranjeros que quieren ligarse a un mexican curious. Ah, qué interesante. Ok. Usuario. Password. Llena tu perfil. Fumador? sí, no, social. Bebes alcohol? Sí, no, de vez en cuando. Complexión? flaca. Estudios? Universidad. Estado Civil: Soltero, etc. Lo bueno es que no preguntan el estado emocional, pensé. Sube tu foto. Chale. No tengo ninguna en donde salga más o menos decente. Nunca he sido fotogénica, al contrario. Soy la que siempre sale con la boca abierta, o los ojos cerrados, o mirando para otro lado. Busqué dentro de las más actuales y encontré las del viaje a Vancouver del verano anterior.
Fue de lo bueno de trabajar en la agencia, tres semanitas disfrutando de una vacaciones a costillas de mis clientes. No puedo decir que de la empresa porque estoy segura que no invirtieron un sólo centavo. Al contrario. Seleccioné una donde estaba acompañada pero la recorté y me veía bien. No maravillosa, no alegre, no guapísima, ni feliz. Me veía bien a secas, con mis chinos al aire y sin gota de maquillaje. Total. Terminé de llenar el formulario y saqué una cuenta de correo alterna.
Apagué la compu y me metí a bañar. Salí y volví a ponerme mi pijama. Me senté a ver la televisión que para esta hora ya prometía, pero me quedé dormida en el sofá. Mi mamá regresó y sentí cómo me tapaba con la cobijita azul de siempre, pero yo sólo me acurruqué sobre mi lado izquierdo y seguí durmiendo.
Revisé mi cuenta en el portal de empleo: "o-ce-ce-punto-com. Veamos, qué hay para hoy. Mmm... Ok, qué quiero? Mi mamá me dijo que me enfocara... Qué quiero? Quiero escapar de las ventas, quiero un sueldo fijo y estable no matters what, también quiero un horario decente de L a V, ya me harté de invertir mi fin de semana en una oficina; también quiero que sea una empresa más nice, ok... un buen sueldo sin tanta responsabilidad, ok, Recepcionista... mmm... Asistente de Dirección... mmm... Sí la armo en Inglés y qué tanto puede ser?..." Con estos pensamientos corregí mi CV para que "encajara" con las vacantes y envié tal vez 20 solicitudes. Todos en el DF, nada de Cuajimalpa, Iztapalapa o Tlalnepantla. No quiero pasarme la vida en el tráfico, lidiando con microbuseros y taxi-terroristas. Leamos el periódico.
Después de aventarme la sección de espectáculos de El Universal, me conecté al msn. Mi amiga Chule estaba on line y me preguntó que cómo me iba. Le conté a grandes rasgos lo del último mes e intercambiamos opiniones con respecto a los hombres. Como cada vez que hablamos. Si yo había tenido mala suerte, ella me decía quítate que ahí te voy. Había recurrido ya a las limpias, a los conjuros de Magia Blanca que publica la "Tú", al Feng Shui, a la Lectura de tarot y demás con tal de atraer al amor verdadero y puras habas. El último, al que ella apodaba "El Sabritas" porque trabajaba en esa empresa nomás porque según su descripción era más bien un tipo promedio. Separado de la esposa desde hacía tres años pero manteniendo su casa como templo y tal cual ella la dejó, por si algún día volvía. Como dice la canción de Juanga "para que tú al volver no encuentres nada extraño". Pobre, estaba en el hoyo y cavando. Total, que la Chule se compadeció de él y le quiso hacer el favorcito, aunque se dio la arrepentida de su vida cuando a la hora de la hora al tipo se le arrugó el ánimo y aunque ella hizo y deshizo (digo, ya estaba ahí) el asunto no se levantó.
Obvio, la traumada fue ella porque pensó que no era suficientemente atractiva como para despertar el deseo de un pelele. Después de maldecir su suerte y yo de tratar de explicarle que el del problema era él y no ella, decidimos vernos el sábado siguiente para ir a disfrutar de esas baguettes tan buenas que sirven en Don Queso. Como en los viejos tiempos cuando trabajábamos juntas en la radiodifusora. Y ya con la cita agendada seguí perdiendo el tiempo en internet.
Mi madre mientras tanto iba y venía en el pequeño departamento donde vivíamos. Tenía que ir a entregar un pedido, me dijo, así que se alistó y se fue. Yo empecé a buscar una cita ad hoc para adornar mi nick. Una de dolor porque estaba más que ardilla. Una que me hiciera sentir peor de lo que ya me sentía. Eso es, mi lado masoquista afloró y necesitaba encontrar alguna maravillosa para sustituir el "wow! qué divertido estuvo anoche, gracias corazón!" que tenía actualmente y que era super fake porque hacía semanas que mis noches eran nomás para berrearle a la almohada. Pero tenía que hacerme la fuerte aunque nadie me lo creyera.
Total que buscando en CitasyRefranes.com y después de leer y leer y leer y que ninguna me acabara de gustar hubo algo que llamó mi atención. Del lado derecho de la pantalla había publicidad, misma que jamás había visto a pesar de ser visitante asidua a la website. Qué tal. "Mexicancupid, find your mexican love". Sí, claro. A ver. Le dí click y apareció una galería de fotos de hombres y mujeres -a según- buscando el amor. Bueno, por ver no se paga.
Ah, ya entendí. Es para extranjeros que quieren ligarse a un mexican curious. Ah, qué interesante. Ok. Usuario. Password. Llena tu perfil. Fumador? sí, no, social. Bebes alcohol? Sí, no, de vez en cuando. Complexión? flaca. Estudios? Universidad. Estado Civil: Soltero, etc. Lo bueno es que no preguntan el estado emocional, pensé. Sube tu foto. Chale. No tengo ninguna en donde salga más o menos decente. Nunca he sido fotogénica, al contrario. Soy la que siempre sale con la boca abierta, o los ojos cerrados, o mirando para otro lado. Busqué dentro de las más actuales y encontré las del viaje a Vancouver del verano anterior.
Fue de lo bueno de trabajar en la agencia, tres semanitas disfrutando de una vacaciones a costillas de mis clientes. No puedo decir que de la empresa porque estoy segura que no invirtieron un sólo centavo. Al contrario. Seleccioné una donde estaba acompañada pero la recorté y me veía bien. No maravillosa, no alegre, no guapísima, ni feliz. Me veía bien a secas, con mis chinos al aire y sin gota de maquillaje. Total. Terminé de llenar el formulario y saqué una cuenta de correo alterna.
Apagué la compu y me metí a bañar. Salí y volví a ponerme mi pijama. Me senté a ver la televisión que para esta hora ya prometía, pero me quedé dormida en el sofá. Mi mamá regresó y sentí cómo me tapaba con la cobijita azul de siempre, pero yo sólo me acurruqué sobre mi lado izquierdo y seguí durmiendo.
4 comentarios:
y lueeeeeeeeeeeeeego?
haaaaaaaaay D nada mas nos dejas con la curiosidad a todo lo que daaaa!
Y??
Qué paso después??
Bueno...ya sé que paso después, pero así contado una no puede evitar emocionarse.
Besos.
Algun 'mexican curious' te llamo a las 7??
Jajjajajaj, pense lo mismo que Kenia, ¿llamó a las siete?
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