Y tú para cuándo? (o el de Don't Push The Red Button)

A Rubén Don (o Don Ru como es conocido en el bajo mundo de las cantinas y bares
del Centro Histórico Chilango)

Acabo de chatear con un amigo de esos que conoces en la universidad, pero que no alcanzas a apreciar realmente como persona sino hasta que dejas el salón de clases. Él era el típico grillo que de todo politizaba, que a todo le llamaba "Sistema", que a las fresas nos llamaba "Burguesas" y para quién la solución de todos los problemas del país estaba en la "izquierda". A él precisamente se le encargó la importante tarea de redactar un Discurso de Graduación... a nombre de todos los graduados, claro.

Dice él que yo al escucharlo le comenté en voz baja que ese discurso había estado muy "comunista" y que fui la única que lo notó. Yo la neta, sólo recuerdo que sí estaba muy a la Castro (Fidel, eh! no Cristian) pero no recuerdo haberlo manifestado en voz alta y mucho menos, al autor del mismo.

En fin.

Nuestra reciente plática se enfocó en lo del diario: pareja, matrimonio, hijos. La pregunta de los 64 mil volvió a aparecer frente a mis ojos: "Y tú para cuándo"?

Debí haber guardado la conversación! No se dio cuenta el botón que presionó sino hasta muy tarde. Aunque sé que no lo hizo con el afán de fregar, sino sólo como el que quiere hacer plática y ponerse al día en la vida de alguien con quién no hemos conversado en mucho tiempo. La pregunta en realidad no contiene malicia alguna, pero la he escuchado tantas veces!!

(Te tocó la Rifa del Tigre, Mi Ru)

Qué jodidez la de la mujer que entre la presión social y el puto reloj biológico ya no ve la hora de "convertirse en madre". Algunas lo ven como una meta a alcanzar, como un punto de la agenda a tocar en su calendario, como parte de su "realización" como mujer y ser humano; y a veces el no cumplirlo "a tiempo" se convierte en una carga tan grande.

[ENORME]

Primero joden que para cuándo te gradúas, luego que para cuándo el buen trabajo/auto/depa, luego que para cuándo el novio, luego que para cuándo la boda. Te casas y que para cuándo el hijo... y si te casaste pasados los 30 máspior porque ya tus hijos te dirán abuela (éste último chistecito en particular lo odio), que ya para qué los vas a tener si ni energía te quedará para jugar con ellos, que si blablabla...

Si a los 30 una apenas alcanza la madurez profesional; algunas si tienen suerte de paso la emocional. Si le echaron ganitas y buscaron mucho, igual y encontraron ya al suertudote que las acepta con todo y chamba matada, sueldo competitivo y currículum más impresionante que el de ellos... Algunas se quedan con el noviecito de toda la vida y bueno... se divorcian pronto y viven su segunda juventud solteril al máximo. Siempre y cuando no se hayan embarazado porque luego eso de ser madres solas (porque el ex-marido mexicano no es muy confiable, la neta)... ya me desvié.

Ah si! Lo de los 30 y la madurez! O al menos la experiencia para saber lo que nos conviene y lo que no, lo que nos gusta y lo que nos caga, y lo que estamos dispuestas a tolerar/aceptar/negociar y lo que bajo ninguna circunstancia y ni por muy bueno que el susodicho esté podríamos tolerarle/aceptarle/negociarle.

Cuando por fin llegamos a la hora de firmar o no el contrato, de dar el sí para toda la vida o lo que dure el amor*, de terminar de ahorrar hasta el último centavo para la fiestezota, de al fin ponernos de acuerdo de dónde será la Luna de Miel y el largo etcétera...

Nos damos cuenta de que estamos a dos de arañar los 35 y en algunos libros de medicina... los embarazos en mujeres mayores de 35 ya son catalogados como "de alto riesgo"... o sea, no mamar!!

Eso es una injusticia y no mamadas. Los hombres son fértiles hasta que la bombita les deje de funcionar y en cambio una a los 40 (o antes) tiene que recurrir a toda una estratagema de tratamientos, cuidados y trucos baratos y caros, para poder "concebir".

NO SE VALE.

Y nos preguntan que Para cuándo? Claro, como un hijo y un par de enchiladas cuestan el mismo trabajo. Como si nomás se tratara de querer-queriendo, de decir este año soy madre y ya.

Yo entiendo eso de querer es poder pero un niño es harta responsabilidad, harto tiempo invertido, harta lana para que no le falte nada, harto de todo... Si mi día no me alcanza entre el trabajo, la escuela, el perro, la casa, el super, el marido y mi vida social!!!

Si a veces no me da tiempo ni de escribir en este blog, ni de ver mis programas favoritos, ni de platicar todo lo que quiero platicar con Mr D, ni de pasear a mi perro con calma y jugar con él en el parque. A veces, querido lector -usted no está para saberlo ni quiero que esta noche deje de dormir con semejante imagen en su mentecita- a veces... No tengo tiempo ni de depilarme las piernas!

Me levanto en chinga, me baño en chinga (eso sí con jabón, lo necesite o no) me seco el cabello en putiza, me tomo una taza de café tibio, agarro la primer garra que se asoma del guardarropa y me voy para tomar el camión a tiempo. Usted me entiende, cierto, querido lector?

Así que ahí de aquél que me pregunte "que para cuándo". Advertidos están.


Y del dinero mejor ni hablamos.



*Porque todos sabemos que el amor dura...