jueves, 9 de septiembre de 2010

Odio el primer día de escuela

Ayer empecé con lo que en teoría es el nivel avanzado de neerlandés. La que viene siendo mi nueva escuela está nada más y nada menos que en el campus de la Universidad de Boston en Bruselas y "detrás" de la Universidad Libre de Bruselas (ULB siglas en francés o VUB en neerlandés). Y mi día estuvo más o menos así:

Primero, tuve que hacer un esfuerzo sobre humano para levantarme a las 6:55 de la madrugada. Esto no habría representado tanto problema cualquier otra semana donde Mr D se hubiera ido a trabajar, sin embargo, Mr D lleva toda la semana en casa debido a una fuerte infección en la garganta que lo ha tenido en calidad de trapo de franelero tumbado en cama. Así que no había habido motivo para abandonar la calidez de mis sábanas antes de las diez de la mañana.

Hasta ayer que tuve que -de paso- despertar a mi pobre Guust que no se la creía cuando vio que me enfundaba en mis jeans y mis botas, y que con mucho trabajo me siguió a la cocina cuando me vio pasar con el impermeable en la mano.

El parque del edificio de la policía a donde siempre vamos, tiene un letrero en la entrada que dice que en verano está abierto desde las 7 am y en invierno desde las 8. Astronómicamente, el verano termina el 22 de este mes pero qué creen? No se puede confiar en nadie! Enmedio de la lluvia Guust y yo vimos con desencanto que el portón seguía cerrado por ahí de las 7:10 am. Y yo con el tiempo contado.

Regresé encabronada y Guust desconcertado pero me desquité en el parque de Jambline de Meux donde hay letreros que prohiben la entrada a los perros. Pensé que tampoco debía creer todo lo que leía, así que entramos y dejé suelto al gordo hasta que hizo el depósito mañanero y reclamó como propios todos los árboles y arbustos que se encontró a su paso. Levanté su caquita con mucho cuidado y nos fuimos a la casa.

Llegué apenas a tiempo para meterme a bañar, cambiarme de ropa y agarrar mi bolsa-mochila; pasé al cajero en chinga porque había que pagar el material en la primera clase y caminé rápidamente hasta la parada de tram más cercana. Me bajé en la estación que según yo estaba en la esquina de la UVB... no hay tal y tuve que regresarme media cuadra.

Caminé entonces por toda la orilla del campus, sobre una avenida de doble sentido pero de subida. Llegué cansadísima a la otra esquina pensando que ahí nomás tendría que cruzar para llegar a la UB... error. Caminé al menos otros 300 metros (gracias google maps). Ubiqué el semáforo que siempre está en verde para los autos y a la vivaméxico me atravesé hacia el otro lado. Gran sorpresa me llevé al ver que la parada del camión que no quise tomar (me da hartísima hueva eso de transbordar) queda justo en la entrada de la escuela.

El salón ya estaba prácticamente lleno cuando llegué (9:01 am) y por lo tanto, los mejores lugares ya estaban apañados. Me tuve que sentar perpendicular al pizarrón y salí con dolor de cuello. La máquina de café estaba descompuesta y de haberlo sabido antes de la pausa, no habría aguantado la primera mitad de la clase.

No hubo presentaciones de "yo soy fulanita y soy mexicana" a Dios gracias; pero sí hubo los que se rieron de los chistes malos de la profesora y los sukkels que presumieron de haber pagado cientos de euros por un curso intensivo de neerlandés durante el verano pero que no fueron capaces de indicarme cuál era el salón correcto cuando les pregunté (malditos!).

La clase terminó a tiempo y pensando que no quería llegar a la casa toda sudada y de malas como llegué esa mañana a la escuela, decidí que valdría la pena ahorrarme el medio kilómetro de caminata forzada y tomar los dos camiones que según la página del MIVB me llevarían más rápidamente a casa.

Otro error. Tuve que caminar por lo menos la mitad de la distancia para llegar a la parada en el sentido opuesto (no se me ocurrió preguntar si había otra más cercana). Tomé el primer camión que poco a poco se fue llenando de escuincles gritones (los miércoles salen temprano de la school, maldita suerte!) y de señoras con mochilas y bolsas del mandado. Debido a la poca familiaridad de la ruta, no vi a tiempo la parada que me tocaba por lo que tuve que bajarme una después y volver a caminar. Al final, en lugar de tomar el camión que según hacía correspondencia, preferí llegar a un rumbo conocido y tomar el camión de siempre que me deja en la parada del parque donde Guust había hecho de las suyas algunas horas antes.

Lo bueno, es que había comida en el refri y Mr D a pesar de su enfermedad, ya había lavado los trastes. God save good husbands!




3 comentarios:

Andicita dijo...

Dios salvenos de esos dias donde el transporte en lugar de ayudarnos nos friega, pero que alivio llegar a casa calientita y a los brazos de nuestro señor y con los trastes limpios :P, dios salve a los buenos maridos!!! XD

Bek dijo...

Ufff!!!
ufff y re contra uffff
se oye del cocol tu primer día de clases, es de esos días en que el despertador ni debería de sonar para despertarnos temprano!
Oye...y si te compras una bicicleta? no sería mas fácil?

La Negra dijo...

que asco!!! pero al menso llegaste y bueno, la experiencia ya la tuviste, y al menos ya sabes como llegar. pero no es la primera que google hace mal, a nosotros nos ha pasado que vemos direcciones para llegar a algun lado y nos da unas bien complicadas y gachas, terminamos perdiendonos...en fin, ni mollo