La verdad es que estoy muy contenta y satisfecha con mi vida. He conseguido casi todo lo que me he propuesto y lo que aún me falta no me quita el sueño porque sé que llegará a su tiempo.
A mis 33 puedo ver hacia atrás y darme cuenta de que ya no soy una jovencita pero que soy una mujer hecha y derecha (a huevo!). Sin embargo, el precio de haber dejado ya los veintes, me lo recuerda todos los días mi cuerpo.
No me quejo de mi peso porque no estoy gorda aunque debo reconocer que hay un par de kilos de los cuales me encantaría deshacerme; claro que eso requiere ahora más fuerza de voluntad que antes de alcanzar los treinta.
Me cuesta hacer a un lado las galletitas, los chocolatitos que son tan ricos, los mojitos que prepara mi marido tan buenos (y llenos de azúcar), el vinito tinto que no es dulce pero tiene sus calorías, el queso gouda (delicious!), las papas fritas, y el largo etc que prefiero ya no mencionar (antes de que me vuelva a dar hambre).
También me he dado cuenta de que ya no me repongo tan fácil de las desveladas. A mis 20 podía dormir 4 horas e irme a la escuela como si nada, y si la ocasión lo ameritaba, volverme a ir de parranda con mis cuates. Dormir? Qué es eso? No tenía que reponer horas de sueño, era padrísimo! Los fines de semana me levantaba a las milquinientas pero eso sí, bien fresquecita y lista para la siguiente.
Desvelarme en domingo no era problema y al contrario, era una de las salidas que más disfrutaba porque mis clases del lunes empezaban hasta las 10 am. Qué buenos tiempos.
En cambio ahora, si me desvelo el sábado no me levanto en todo el domingo, y el lunes me sigo sintiendo cansada.
Como dijo Dalí: "lo único malo de la juventud de hoy, es que uno ya no forma parte de ella"... pero ni quién me quite lo bailado!!!!
tot ziens!
A mis 33 puedo ver hacia atrás y darme cuenta de que ya no soy una jovencita pero que soy una mujer hecha y derecha (a huevo!). Sin embargo, el precio de haber dejado ya los veintes, me lo recuerda todos los días mi cuerpo.
No me quejo de mi peso porque no estoy gorda aunque debo reconocer que hay un par de kilos de los cuales me encantaría deshacerme; claro que eso requiere ahora más fuerza de voluntad que antes de alcanzar los treinta.
Me cuesta hacer a un lado las galletitas, los chocolatitos que son tan ricos, los mojitos que prepara mi marido tan buenos (y llenos de azúcar), el vinito tinto que no es dulce pero tiene sus calorías, el queso gouda (delicious!), las papas fritas, y el largo etc que prefiero ya no mencionar (antes de que me vuelva a dar hambre).
También me he dado cuenta de que ya no me repongo tan fácil de las desveladas. A mis 20 podía dormir 4 horas e irme a la escuela como si nada, y si la ocasión lo ameritaba, volverme a ir de parranda con mis cuates. Dormir? Qué es eso? No tenía que reponer horas de sueño, era padrísimo! Los fines de semana me levantaba a las milquinientas pero eso sí, bien fresquecita y lista para la siguiente.
Desvelarme en domingo no era problema y al contrario, era una de las salidas que más disfrutaba porque mis clases del lunes empezaban hasta las 10 am. Qué buenos tiempos.
En cambio ahora, si me desvelo el sábado no me levanto en todo el domingo, y el lunes me sigo sintiendo cansada.
Como dijo Dalí: "lo único malo de la juventud de hoy, es que uno ya no forma parte de ella"... pero ni quién me quite lo bailado!!!!
tot ziens!
3 comentarios:
ya lo dijo el que lo dijo... Juventud, divino tesoro, te vas para no volver, cuando quiero llorar no lloro y a veces lloro sin querer....
ah carayyyy! manis así ando yo igualitito y eso que apenas estoy entrando al tercer piso!!!!! tu tienes los anios bien puestos, que bueno!
besotes
Por ahí acabo de leer que el que se niega la edad o quiere hacerse el mas joven debe ser por que no está satisfecho con lo que ha hecho de sus anios.
Que cada arruga te traiga lindos recuerdos y alegría.
Besos!
pues muchas felicidades!!! lo mejor es que estes satisfecha contigo misma y con las cosas que has logrado, lo demás, es lo de menos, como dicen por ahi. pero es cierto, a mis 20+10 ya no aguanto como antes y a veces se me sale lo viejita amargosa, jojojo.
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