Bueno, ahora sí he regresado oficialmente. La semana pasada el jet lag acabó conmigo y Mr D. Yo me estuve levantando en promedio, a la 1 de la tarde. El pobre de Mr D no tuvo de otra más que irse a trabajar en horario normal. Ni pedo.
No sé a ustedes cuánto tiempo les lleve recuperarse después de un mes de vacaciones en México. La diferencia de horas con Europa es mortal. Para los que vivimos aquí en Bruselas son sólo 7 horas, pero me pregunto cuántas horas serán por ejemplo para Bek?
Será que el tiempo de recuperación del jet lag está directamente proporcionado a la edad del que lo sufre? O sea, que en 10 años cuánto me tardaré?
Ok, mejor no pensemos en eso.
Si quieren saber a grandes rasgos todo lo que vi en México y las sorpresas buenas y malas que me llevé Lean Aquí; si no quieren enterarse pues No Lean y ya.
Lo que no puedo publicar en todos lados porque hay sitios que sí son familiares, es todo el alcohol que tomé en esta última visita.
Es increíble (así es, querido público, aunque usté no lo crea) que cuando vivía en Chilangolandia y me iba de reven sucedían dos cosas: la primera es que no tomaba mucho, y la segunda es que cuando lo hacía tomaba siempre brandy o whisky. No es un horror?
Recuerdo que una vez me invitaron a una boda en Oaxaca, y fue ahí donde tuve el gusto de probar el mezcal de sabores: tamarindo, jamaica y piña, si no me falla la memoria. Buenísimos y pegadores pero no pasó de ahí. No me los volví a topar y no los volví a probar. Mal. Mal.
Ahora, hay una cantina en Coyoacán, llamada "La Coyoacana" (lo sé, ellos tan creativos) que está de lujo. Para empezar, tienen un jardín enorme que es bastante cómodo y sabrosón con estos calores. Según me dijeron, los viernes en la noche está siempre a reventar; pero nosotros fuimos un dominguito por la tarde y sin broncas de esperar mesa por horas.
El servicio es excelente, son super atentos, amables y demás. Desde el capitán que te recibe en la entrada, hasta el muchachito que te cambia el cenicero (ahí sí se puede fumar!! yupii!!!). Luego, la "botana" es super rica y basta. Tienen desde sopecitos, tlacoyitos y tacos de chicharrón con diversas salsas, hasta sopitas y platos fuertes. Una delicia.
Las bebidas son una cosa aparte. Tienen desde vino blanco -que es lo que Mr D casi siempre pide como agua de tiempo- hasta mezcal y pulques. Claro, pasando por los Vodkas, Tequilas, Rones, Cervezas y demás bebidas internacionales. Como La D no es nada conocedora pues dejé que mi anfitrión y guía de turistas al que llamaremos "El Negro" me recomendara algo de tomar.
Después de pensarlo por hasta casi 20 segundos, él decidió que teníamos que brindar por el reencuentro con algo típico, y nada mejor que un mezcalito Gusano Rojo. No saben qué delicia. No sé si mi paladar se ha refinado después de dos años de sabores distintos y ajenos (digo, no en balde tanto vino tinto) o qué fue pero me supo a gloria.
Es suave al gusto y su aroma es entre ahumado y tierra húmeda (así o más poética) y me encantó!!! Me gustó tanto que me tomé tres caballitos y el último con todo y gusano. Sí, señor! Que a qué sabe el gusano? Pues rico. Adoro los gusanos de maguey por lo que comerme ese que ya estaba bien marinado ni trabajo me costó.
Hacía un calor de los mil demonios, eso sí, pero creo que ayudó a que la bebida espirituosa no se me subiera. De hecho, ni cosquillitas me hizo.
Entre la plática, la botana y la buena compañía la tarde se pasó tan rápido que cuando acordamos, ya nos estaban cerrando la barra. Y eso que apenas eran las diez de la noche.
Bien dicen que el tiempo vuela cuando uno se divierte.
No sé a ustedes cuánto tiempo les lleve recuperarse después de un mes de vacaciones en México. La diferencia de horas con Europa es mortal. Para los que vivimos aquí en Bruselas son sólo 7 horas, pero me pregunto cuántas horas serán por ejemplo para Bek?
Será que el tiempo de recuperación del jet lag está directamente proporcionado a la edad del que lo sufre? O sea, que en 10 años cuánto me tardaré?
Ok, mejor no pensemos en eso.
Si quieren saber a grandes rasgos todo lo que vi en México y las sorpresas buenas y malas que me llevé Lean Aquí; si no quieren enterarse pues No Lean y ya.
Lo que no puedo publicar en todos lados porque hay sitios que sí son familiares, es todo el alcohol que tomé en esta última visita.
Es increíble (así es, querido público, aunque usté no lo crea) que cuando vivía en Chilangolandia y me iba de reven sucedían dos cosas: la primera es que no tomaba mucho, y la segunda es que cuando lo hacía tomaba siempre brandy o whisky. No es un horror?
Recuerdo que una vez me invitaron a una boda en Oaxaca, y fue ahí donde tuve el gusto de probar el mezcal de sabores: tamarindo, jamaica y piña, si no me falla la memoria. Buenísimos y pegadores pero no pasó de ahí. No me los volví a topar y no los volví a probar. Mal. Mal.
Ahora, hay una cantina en Coyoacán, llamada "La Coyoacana" (lo sé, ellos tan creativos) que está de lujo. Para empezar, tienen un jardín enorme que es bastante cómodo y sabrosón con estos calores. Según me dijeron, los viernes en la noche está siempre a reventar; pero nosotros fuimos un dominguito por la tarde y sin broncas de esperar mesa por horas.
El servicio es excelente, son super atentos, amables y demás. Desde el capitán que te recibe en la entrada, hasta el muchachito que te cambia el cenicero (ahí sí se puede fumar!! yupii!!!). Luego, la "botana" es super rica y basta. Tienen desde sopecitos, tlacoyitos y tacos de chicharrón con diversas salsas, hasta sopitas y platos fuertes. Una delicia.
Las bebidas son una cosa aparte. Tienen desde vino blanco -que es lo que Mr D casi siempre pide como agua de tiempo- hasta mezcal y pulques. Claro, pasando por los Vodkas, Tequilas, Rones, Cervezas y demás bebidas internacionales. Como La D no es nada conocedora pues dejé que mi anfitrión y guía de turistas al que llamaremos "El Negro" me recomendara algo de tomar.
Después de pensarlo por hasta casi 20 segundos, él decidió que teníamos que brindar por el reencuentro con algo típico, y nada mejor que un mezcalito Gusano Rojo. No saben qué delicia. No sé si mi paladar se ha refinado después de dos años de sabores distintos y ajenos (digo, no en balde tanto vino tinto) o qué fue pero me supo a gloria.
Es suave al gusto y su aroma es entre ahumado y tierra húmeda (así o más poética) y me encantó!!! Me gustó tanto que me tomé tres caballitos y el último con todo y gusano. Sí, señor! Que a qué sabe el gusano? Pues rico. Adoro los gusanos de maguey por lo que comerme ese que ya estaba bien marinado ni trabajo me costó.
Hacía un calor de los mil demonios, eso sí, pero creo que ayudó a que la bebida espirituosa no se me subiera. De hecho, ni cosquillitas me hizo.
Entre la plática, la botana y la buena compañía la tarde se pasó tan rápido que cuando acordamos, ya nos estaban cerrando la barra. Y eso que apenas eran las diez de la noche.
Bien dicen que el tiempo vuela cuando uno se divierte.
3 comentarios:
fijate nunca he entrado a la coyoacana.. pero si de donde es, mi abuela vive en coyoacan
Que bueno es tenerte de vuelta mi D, dejame te digo que acá la diferencia también es de solo 7 horas :) recuerdo que cuando llegamos de México R y yo nos levantábamos igual a la una de la tarde, el afortunadamente aún tenía vacaciones, pero pobre Mr. D!!! es un cansancio tremendo! :( jajaja "Ni pedo" te pasas!!!
Yo increiblemente nunca he estado en Coyoacán :S neta. UNa vez fui a una calle cercana donde hay un teatro pero nada mas, solemnemente me prometo ir a visitar con mi R la COyoacana proximamente.
Sigue contando!!!
que rico, tu post me dio envidia, jajaja, pero que bueno que se la pasaron bien. Yo cuando fui a oaxa con mr a me la pasé bien, pero mi marido no es como el tuyo, no le gusto el mezcal, le dio asco comer en el mercado, no es ventado como mr D, jajaja, pero igual se la pasó bien. que rico y síquenos contando, para que con tus escritos sintamos que estamos allá!!! besos y bienvenida!!
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