En esta viña del Señor, hay de todo dicen. Yo era de las que siempre pasaba Navidad en la casa materna. La primera vez que esto no fue así fue por razones que no quiero discutir porque es parte de ese pasado oscuro y escabroso que TODOS tenemos y que hasta pena da nomás de recordar y entonces hacemos como que nunca pasó y no hablamos de él.
Dicen también que hay personas que se quedan toda la vida contigo, pero hay otras que sólo están en ese momento crucial cuando más ayuda necesitas. Así fue mi amiga en ese entonces -ese ángel con espíritu navideño- que me cobijó en su casa y me apoyó y me hizo sentir bienvenida en una noche donde mi familia no estaba a mi lado -o más bien yo no estaba a lado suyo.
Luego, ya por felices razones, la segunda Navidad fuera de casa la pasé con Miss E. En Acapulco. Supondrán que sufrimos mucho y nos la pasamos muy mal. Suponen bien. O quién se la pasa bien en Navidad en Acapulco con su mejor amiga? (jijijijiji)
No soy de esas que buscan pretextos para pasar la navidad lo más lejos posible de la familia. O de los afortunados que se la pasan entre amigos. Mis navidades nunca fueron las más divertidas pero sí las más entrañables. Nunca había música ni baile, ni petardos, ni alcohol al por mayor. Lo más escandaloso que se llegaba a escuchar eran mis risas cuando El Gordis contaba un mal chiste o cuando le cargaba carrilla a alguien. Casi siempre a todos nos tocaba. Incluso mi SS Abuela fue víctima de esta bonita actividad familiar. Mi Sis y yo éramos clientas frecuentes. Y no faltaba que alguna de mis tías también cayera en las garras de los comentarios burlones y las anécdotas distorsionadas y exageradas de El Gordis. Todos caíamos y todos nos reíamos y hacíamos leña del árbol caído.
No todos gustaban del humor ácido cuando les llegaba el turno. Claro siempre es más bonito burlarse cuando uno no es el objeto de burla. Qué maravillosa familia tengo, seguro pensarán. Pero es la única y estas cosas que a veces me exasperaban son ahora las que hacen TODA la diferencia. Extraño esas risas y esa unión aunque fuera para reírnos todos juntos de nosotros mismos.
No recuerdo otras navidades fuera. Salvo las últimas dos que han sido ya "de casada" y viviendo en esta hermosa ciudad. La del año pasado estuvo tranquilita sólo Mr D y yo. Nada espectacular para cenar pero muy a gusto. La de este año sin embargo, no fue tan grata. No estuvo mal pero pasarla entre gente que apenas conoces y con uno de tus amigos en plan de nena pues como que no es lo más divertido.
Detalles, luego. Hoy sólo fue un recuento para sacar un poco la nostalgia que me provoca que Mi Sis me cuente su Navidad en casa y notar la diferencia. Tal vez el próximo año sí pueda pasar esta temporada en el nido materno.
... tal vez el próximo año sí...
Dicen también que hay personas que se quedan toda la vida contigo, pero hay otras que sólo están en ese momento crucial cuando más ayuda necesitas. Así fue mi amiga en ese entonces -ese ángel con espíritu navideño- que me cobijó en su casa y me apoyó y me hizo sentir bienvenida en una noche donde mi familia no estaba a mi lado -o más bien yo no estaba a lado suyo.
Luego, ya por felices razones, la segunda Navidad fuera de casa la pasé con Miss E. En Acapulco. Supondrán que sufrimos mucho y nos la pasamos muy mal. Suponen bien. O quién se la pasa bien en Navidad en Acapulco con su mejor amiga? (jijijijiji)
No soy de esas que buscan pretextos para pasar la navidad lo más lejos posible de la familia. O de los afortunados que se la pasan entre amigos. Mis navidades nunca fueron las más divertidas pero sí las más entrañables. Nunca había música ni baile, ni petardos, ni alcohol al por mayor. Lo más escandaloso que se llegaba a escuchar eran mis risas cuando El Gordis contaba un mal chiste o cuando le cargaba carrilla a alguien. Casi siempre a todos nos tocaba. Incluso mi SS Abuela fue víctima de esta bonita actividad familiar. Mi Sis y yo éramos clientas frecuentes. Y no faltaba que alguna de mis tías también cayera en las garras de los comentarios burlones y las anécdotas distorsionadas y exageradas de El Gordis. Todos caíamos y todos nos reíamos y hacíamos leña del árbol caído.
No todos gustaban del humor ácido cuando les llegaba el turno. Claro siempre es más bonito burlarse cuando uno no es el objeto de burla. Qué maravillosa familia tengo, seguro pensarán. Pero es la única y estas cosas que a veces me exasperaban son ahora las que hacen TODA la diferencia. Extraño esas risas y esa unión aunque fuera para reírnos todos juntos de nosotros mismos.
No recuerdo otras navidades fuera. Salvo las últimas dos que han sido ya "de casada" y viviendo en esta hermosa ciudad. La del año pasado estuvo tranquilita sólo Mr D y yo. Nada espectacular para cenar pero muy a gusto. La de este año sin embargo, no fue tan grata. No estuvo mal pero pasarla entre gente que apenas conoces y con uno de tus amigos en plan de nena pues como que no es lo más divertido.
Detalles, luego. Hoy sólo fue un recuento para sacar un poco la nostalgia que me provoca que Mi Sis me cuente su Navidad en casa y notar la diferencia. Tal vez el próximo año sí pueda pasar esta temporada en el nido materno.
... tal vez el próximo año sí...
5 comentarios:
Amiga, que bueno que ya te animaste a escribir, quien lo hubiera dicho hasta escritora eres ;)!! Me encanto quiero seguir leyendo tus reportajes... Ahora que te dire algo; México te extraña pero seguro que alegras Bruselas. Te quiere, Ethel.
ay D, la neta me dió nostalgia leer tu post, ni hablar la familia es la familia, y como sea pues es la de uno! y siempre será la mejor.. eso sí!!! a ver que nos depara la próxima navidad! me encantó el comentario de tu amiga, México te extrana pero tu alegras Bruselas!!! bien dicho!!! aaaay cuenta que cenaron!!! Besos desde viena!
Me recordaste a mi familia, no siempre somos asi pero cuando a uno se le ocurre sacar "los trapitos" del otro...ni quien nos parara! Yo también confío en volver a reunirme con ellos el anio entrante y después de tanta ausencia seguro que los valoramos y disfrutamos mas.
Que pases un buen Anio NUevo!! No olvides comprar las uvas!
En su libro del profeta de Khalil Gibran, dice un parrafo:"El amor conoce su propia profundidad al instante mismo de la separación"... creo que eso resume mucho lo que sientes, lo que siento, y lo que sientes miles o quiza millones de personas que estan fuera de su país y de su familia.
Esta separación nos duele, pero también nos hace valorar más profundamente a nuestros seres queridos y hace más fuerte nuestros lazos de amor.
Un gran beso amiga y espero un dia poderme sentar contigo a tomar una taza de café.
Ethel: qué bueno que escribes, amiga! Espero que te des vueltas seguido por aquí. Te quiero yo también :D
anasixties: Cenamos muy chic. Yo sólo quería pavo adobado pero pues me quedé con las ganas del adobo. Además hubo ostiones y langosta, helado de champagne y pastel de chocolate. Estuvo muy bueno, la neta.
Bek: Gracias por recordarme lo de las uvas. Ya están en la lista del super.
Martica: Tus palabras me llegaron al corazón, mil gracias. AHora vamos a dejarnos del "a ver cuándo" y vamos a ponernos de acuerdo para la próxima semana, no? A qué hora puedes? Por dónde vives y por dónde te queda bien? :D
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