miércoles, 30 de diciembre de 2009

Adiós 2009. Bienvenido eres, 2010.

Este post va dedicado a Chispita.



Ya he dicho que odio las despedidas, que hago todo lo posible por minimizarlas, por casi casi ignorarlas y hacer como que no son despedidas. De hecho, las disfrazo de tal manera que por un momento me engaño a mi misma diciendo "nos vemos pronto" en lugar de "nos vemos en un año" o un simple "adiós". De hecho, estoy cayendo en la cuenta de que no me gusta decir adiós y mejor digo "ba-bay".

[Soy normal?]*


Como sea. Esto de las despedidas es harto doloroso. Sobretodo cuando sabemos que son definitivas. Como al despedirnos de una mala relación, o de una buena pero que ya nos ofrece lo que estamos buscando. O cuando literalmente, estamos hasta la madre pero tan acostumbrados que nos cuesta imaginarnos sin esa parte que nos hace la vida de cuadros, porque sería como imaginarnos sin un brazo o una pierna.

Es doloroso, sí, pero necesario y sano. Sabremos que dolerá un tiempo -y es ese pequeño tiempo al que todos alguna vez tememos- pero al final nos veremos aliviados. Nos sentiremos libres y ligeros también. Porque una despedida a veces implica el dejar ir, el deshacernos de algo o de alguien, el que alguien más nos deje ir también. Las despedidas son molestas y desagradables porque nos hacen darnos cuenta de que dejamos una parte de nosotros mismos en ellas. Y a nadie le gusta andar desperdigando pedacitos de alma cada vez que nos despedimos. Cierto?

Sin embargo, algo bueno que traen las despedidas son las reflexiones. El asimilar de una vez por todas que siempre habrá algo que mejorar. Algo que no queremos repetir y de lo que queremos aprender. Algo que enfrentamos con la despedida y que finalmente, nos ha dejado SER. Ser nosotros mismos de nuevo, o ser alguien completamente diferente -o al menos tener la intención de.

Y entonces vienen los propósitos. A veces no son más que buenas intenciones que duran menos que la cruda del día 1°. Pero a veces, si ponemos un poquito de esfuerzo, se vuelven hábitos. Buenos hábitos que nos permiten crecer y florecer [así o más poética] y lo que es aún más importante y maravilloso: ese estado de bienestar se contagia y sin proponérnoslo, cambia lo que tenemos alrededor. Y cambia porque nosotros cambiamos y porque nuestros ojos han querido ver las cosas diferentes.


Espero que Ángel Caído no vomite ante tanto optimismo mío. Les deseo un maravilloso 2010.

*Qué es ser normal?

6 comentarios:

Maria torres dijo...

Ay D, que bonito escribiste me cae que si, hasta me dieron ganas de empezar a hacer mis propósitos! cuanta razón tiene lo que dices las despedidas siempre son duras, sin embargo tambien nos dejan esa reflexión que si se canaliza bien, tiene un resultado positivo!!!!
ayy hasta me acorde de esa rola noventera : "uneteee a los optimistass, confia en ti mismo, amate mucho, nunca pierdas la feeeeee" Feliz anio nuevo para ti D!!! Besotes desde viena!

Bek dijo...

Cierto,muy cierto!
Que bien que empieces el anio con esa actitud, acuérdate que lo que bien empieza, bien acaba (dicen)
Muy feliz anio nuevo!!

Eduardo Sánchez dijo...

Me calumnias.

Sin embargo te quiero desear lo mejor a ti y a vuestra familia. En lo personal me gustó el 2009 porque por fin te conocí más y ahora conozco el origen de nuestra amistad.

Lamentablemente tengo que afirmar que no eres normal, eres un chica anormal, psicodelica-fresa que escribe maravilloso.

Besos.

Eduardo Sánchez dijo...

Orale mi perfil no tiene mi nombre, apenas lo descubrí.

Angel Caido

Típico Hombre de Mal Morir dijo...

Feliz año nuevo!!! Todo lo bueno y lo malo hay que reflexionarlo, pero ante todo hay que tratar de evolucionar un poquito para este 2010, te deseo lo mejor, te sigo leyendo y aqui me vas a tener tan seguido como sea posible. un beso y darle duro a la vida que es bien cortita.

La Negra dijo...

Pues los cambios duelen, pero por lo general son para bien. Que post mas bonito y poético, de verdad que tienes talento. Aunque sea tarde te deseo un feliz año y que las despedidas duelan menos...