(Y en particular de la "repartición" de las mismas)
Es increíble cómo algunas relaciones de pareja se van al caño tan pronto la convivencia diaria entra en juego. Se habla mucho de "si quieres conocer a Inés, vive con ella un mes", y no hay nada más cierto. Ir descubriendo los hábitos -y pequeñas manías- de la persona amada pueden provocar que deje de serlo en muy poco tiempo. O cuántos matrimonios/uniones no llegan ni al año de vida?
El caso es que para resolver esto volvemos al tema de la negociación, del ceder, de tolerar. Les cuento. Yo no soy fan de andar limpiando los marcos de las puertas, o de limpiar los sockets de los focos, o de quitar el cochambre de las manijas de la estufa (lo bueno es que ahora son sólo botoncitos). Como sea, no me invento quehaceres para pasar el tiempo, prefiero leer o pintarme las uñas aunque mi SS Abuela se revuelque en su tumba y me regañe desde el cielo -o donde esté- por ser tan shirga* y huevona.
A lo que voy es que aunque sé hacer de todo en la casa -desde la odiosa tarea de sacudir los libreros, barrer y trapear moviendo todos los muebles movibles posibles hasta el proceso de lavar a mano, dejar remojando y tender al sol los calcetines para quitarles las manchas y el olor a queso viejo, etc; y es que yo fui criada a la antigua y aunque tuviéramos lavadora había ropa que debía lavarse a mano o no quedaba bien, según palabras sabias de mi respetable abuela -evito hacer labores domésticas en la medida de lo posible. Ya sea pagando para que alguien más lo haga o eligiendo al marido adecuado (aunque a él le pago en especie, je).
Mr D tiene manías en cuánto al orden del depa que yo no pienso discutirle ni intento cambiarle porque obviamente, me convienen mucho. Por ejemplo, él sacude todo: los muebles de la cocina, las repisas, el librero, el mueblecito donde guardamos los cd's, la cómoda del baño, los escritorios, la mesa de la compu, etc. También decide qué cosa va en qué lugar (desde los trastes hasta los libros nuevos que vamos adquiriendo) y si los cambio por accidente él se encarga de corregirlo. También lava el baño, barre las escaleras de nuestro piso y riega las plantas. Se encarga de organizar la ropa sucia (por cuestiones prácticas no la lavamos en casa) y de convertirla en limpia y planchada lista para usar, y cambia focos, instala lámparas, resana hoyitos en las paredes para pintarlas de otro color cuando el actual ya le aburrió y una larga gama de etcéteras.
Entonces se preguntarán qué hago yo, no? Pues me dedico sólo a cocinar y a lavar los trastes, aunque de manera ocasional él me ayuda a secarlos y a acomodarlos de nuevo en su lugar; y cuando estoy de buenas trapeo después de que él pasó la aspiradora.
[aquí no usan las escobas más que para exteriores y como nota al margen
Y obvio, ya no tengo 17 para dejar la ropa de la semana amontonada en una silla o trastes de la merienda de hace dos días al pie de la cama; así que la mayoría del tiempo el depa luce ordenado.
Seguramente, más de alguno ha de decir que soy una encajosa y que porqué si estoy todo el tiempo en la casa no limpio yo en vez de esperar a que él lo haga, si es que él trabaja toda la semana, pobrecito y blablabla... Pues no crean que soy una esposa arpía, explotadora, desalmada, lo que pasa es que si yo "me acomido" (no aman ese verbo? yo me acomido, tú te acomides, él se acomide) no tardará en darse cuenta que yo sacudí/limpié/pasé la aspiradora y ÉL LO HARÁ DE NUEVO tan pronto tenga oportunidad.
Así es, él tiene la manía de pensar que YO no lo hice correctamente y no dudará un instante en hacerlo de nuevo para que quede BIEN hecho... ven? tons, me evito la fatiga y el coraje y pues lo dejo hacer lo que se le pegue la gana -al menos en ese aspecto.
A poco no soy la mejor esposa del mundo ever???? Y así es cómo hemos sobrevivido el primer año de matrimonio.
*Shirga es una palabra que usaba mucho mi SS abuela para referirse a mí cuando no quería ayudarle en los quehaceres o cuando se enteraba de alguna mujer que no hiciera las cosas correctamente. Eso incluía a todas las demás mujeres del mundo porque sólo ella sabía hacer las cosas como se deben y en consecuencia nadie más las hacía bien. O sea, ella era la mujer más sabia de este universo existente y de todos los demás paralelos porque toda tarea tenía una manera particular de ser realizada y una y solo una era la versión verdadera. Generalmente, ésta incluía cepillos de cerdas duras, blanqueador y dolor de espalda-rodillas-brazos como prueba fehaciente de que se realizó correctamente y al pie de la letra.
El caso es que para resolver esto volvemos al tema de la negociación, del ceder, de tolerar. Les cuento. Yo no soy fan de andar limpiando los marcos de las puertas, o de limpiar los sockets de los focos, o de quitar el cochambre de las manijas de la estufa (lo bueno es que ahora son sólo botoncitos). Como sea, no me invento quehaceres para pasar el tiempo, prefiero leer o pintarme las uñas aunque mi SS Abuela se revuelque en su tumba y me regañe desde el cielo -o donde esté- por ser tan shirga* y huevona.
A lo que voy es que aunque sé hacer de todo en la casa -desde la odiosa tarea de sacudir los libreros, barrer y trapear moviendo todos los muebles movibles posibles hasta el proceso de lavar a mano, dejar remojando y tender al sol los calcetines para quitarles las manchas y el olor a queso viejo, etc; y es que yo fui criada a la antigua y aunque tuviéramos lavadora había ropa que debía lavarse a mano o no quedaba bien, según palabras sabias de mi respetable abuela -evito hacer labores domésticas en la medida de lo posible. Ya sea pagando para que alguien más lo haga o eligiendo al marido adecuado (aunque a él le pago en especie, je).
Mr D tiene manías en cuánto al orden del depa que yo no pienso discutirle ni intento cambiarle porque obviamente, me convienen mucho. Por ejemplo, él sacude todo: los muebles de la cocina, las repisas, el librero, el mueblecito donde guardamos los cd's, la cómoda del baño, los escritorios, la mesa de la compu, etc. También decide qué cosa va en qué lugar (desde los trastes hasta los libros nuevos que vamos adquiriendo) y si los cambio por accidente él se encarga de corregirlo. También lava el baño, barre las escaleras de nuestro piso y riega las plantas. Se encarga de organizar la ropa sucia (por cuestiones prácticas no la lavamos en casa) y de convertirla en limpia y planchada lista para usar, y cambia focos, instala lámparas, resana hoyitos en las paredes para pintarlas de otro color cuando el actual ya le aburrió y una larga gama de etcéteras.
Entonces se preguntarán qué hago yo, no? Pues me dedico sólo a cocinar y a lavar los trastes, aunque de manera ocasional él me ayuda a secarlos y a acomodarlos de nuevo en su lugar; y cuando estoy de buenas trapeo después de que él pasó la aspiradora.
[aquí no usan las escobas más que para exteriores y como nota al margen
Y obvio, ya no tengo 17 para dejar la ropa de la semana amontonada en una silla o trastes de la merienda de hace dos días al pie de la cama; así que la mayoría del tiempo el depa luce ordenado.
Seguramente, más de alguno ha de decir que soy una encajosa y que porqué si estoy todo el tiempo en la casa no limpio yo en vez de esperar a que él lo haga, si es que él trabaja toda la semana, pobrecito y blablabla... Pues no crean que soy una esposa arpía, explotadora, desalmada, lo que pasa es que si yo "me acomido" (no aman ese verbo? yo me acomido, tú te acomides, él se acomide) no tardará en darse cuenta que yo sacudí/limpié/pasé la aspiradora y ÉL LO HARÁ DE NUEVO tan pronto tenga oportunidad.
Así es, él tiene la manía de pensar que YO no lo hice correctamente y no dudará un instante en hacerlo de nuevo para que quede BIEN hecho... ven? tons, me evito la fatiga y el coraje y pues lo dejo hacer lo que se le pegue la gana -al menos en ese aspecto.
A poco no soy la mejor esposa del mundo ever???? Y así es cómo hemos sobrevivido el primer año de matrimonio.
*Shirga es una palabra que usaba mucho mi SS abuela para referirse a mí cuando no quería ayudarle en los quehaceres o cuando se enteraba de alguna mujer que no hiciera las cosas correctamente. Eso incluía a todas las demás mujeres del mundo porque sólo ella sabía hacer las cosas como se deben y en consecuencia nadie más las hacía bien. O sea, ella era la mujer más sabia de este universo existente y de todos los demás paralelos porque toda tarea tenía una manera particular de ser realizada y una y solo una era la versión verdadera. Generalmente, ésta incluía cepillos de cerdas duras, blanqueador y dolor de espalda-rodillas-brazos como prueba fehaciente de que se realizó correctamente y al pie de la letra.
6 comentarios:
aaaaaaaaaay yo quiero un esposo como el tuyo ...
donde lo encontraste?
ya se donde lo encontraste nada mas que es tipico que se pregunte eso xD
bueno D un motivo mas para agradecer por el hombre maniatico de la limpieza a su manera que te toco jejejeje
orale pues que barbaridad!!!me sentí completamente idenficada, aún cuando mi marido es austriaco y el tuyo belga pero baah son europeos y tendrán la mentecilla un poco en común... Yo también odioo los quehaceres domésticos eso no es para mi!! jajajaj aqui tampoco hay lavadero ni escobas! jajja es más les parecen instrumentos de la inquisición ajajajaja pero yo sigo pensando tal como mi mamá, que hay ropa que en la lavadora no queda bien lavada jajajajaja, pero cuando externo mi pensar las austriacas me miran raro! Como no va a quedar bien lavada si para eso ahi dice a cuantos grados debe lavarse cada ropa!!!... ashhhhh nunca he entendio la relación entre los grados y la limpieza! en fin, que bueno que tu marido te consienta y se acomida!!! jajajajaja si eso les funciona bien, es que es lo mejor. Feliz primer ano de matrimonio!!!
Saluditos desde viena!
Qué risa. Pero no hay que generalizar. Yo tuve un novio francés que era un verdadero desastre y después me casé con otro europeo que no era sucio, pero tampoco muy organizado que digamos. Yo vivo ahora en lo que es (ja, ja) Estados Unidos y, como soy maniática, me la he vivido buscando una jerga, pero solo encuentro esos kits de cubeta que tienen un aditamento para que uses la fuerza de los brazos y no la de las manos. Resultado: compré algo así como una escoba y me compré paños para lavar coches, y ahora sí siento que mi piso queda como yo quiero. Manías.
Yo mande a la chingada a la vieja que tenia como esposa por ser una floja, sucia, por no hacer nada, estabamos de acuerdo en que los dos hicieramos los quehaceres de la casa pero la idiota se la pasaba de floja y solo se la pasaba riendose como si hacer nada fuera una travesura, me cansó hacerle de todo, y a mi me encantá la limpieza, tener todo en orden, pero no hacer nada o hacer lo minimo y para luego no hacerlo bien no tiene madre, una cosa es estar enamorados y otra es vernos la cara de pendejos, algunas mujeres creen que el matrimonio todo se debe de tolearar, pero es estar al pendiente de todo, de todo para que la relación sea magnifica, espero que un dia tu esposo no se canse de ver que tu haces lo minimo. Yo no queria una esclava, yo queria a una mujer con quien hacer de todo, y eso de que a mujer no sepa cocinar, no hacer nada ni lavar la verdad no es llamrse mujer, pero hay un limite.
dianarl: yo creo que en mi vida pasada debí haber hecho algo muy bueno para que me tocara en ésta un hombre tan perfecto (para mí y mis gustos) y sé paciente, ya te llegará el tuyo.
anasixties: definitivamente, hay diferencias culturales que no podemos negar y con las cuáles tenemos que aprender a vivir y convivir, y aunque la lavadora tenga ciclo de lavado delicado mi ropa interior la sigo lavando a mano (en el lavabo, no hay de otra). Saludos!
dafne: Hablando de manías, no he encontrado una piedra pomez para quitarle lo percudido a la bañera. Es lo malo de rentar depas que ya fueron ocupados anteriormente y no igual de cuidados, y obvio, no he encontrado ni madres. Tendré que encargarlo al próximo que me visite de México. Acá tampoco hay jergas pero yo trapeo con uno para limpiar vidrios y ps queda bien.
Saludos!!
Anónimo, qué bueno que mandaste a la chingada a la vieja que no te hacía feliz y que te tenía de esclavo. A mi esposo le pasó lo mismo con su primera esposa y madre de su hija y se alegra mucho de que yo cocine y lave los trastes y de repente le ayude a limpiar las ventanas o a trapear el piso. A lo mejor a ti se te hace "lo mínimo" pero para él es de mucha ayuda y somos muy felices los dos, con lo que nos toca hacer a cada uno. Ojalá que para la siguiente tengas más suerte con tus parejas.
Saludos.
Que suertudaa, no el mio es el tipico de no hagas nada, sientate qui, vamos a ver la tele, al rato te atudo, y neeeeee ni te ayuda.
en fin.
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