Lo que viene siendo subir de peso...

Una amiga me dijo últimamente "ya vi que por tanto dulce beso repartido". Me dejó pensando por un momento y recordé que esa frase es de una canción de Shakira. Una estrofa, pues. Es innegable el hecho de que a mí el amor me engorda. Así es, no sé a ustedes, pero yo, desde que estoy enamorada he subido de peso. Cuánto? Pues no caigo en la obesidad, pero para alguien que toda su vida ha alcanzado con peros los 50 kgs, pesar 55 es un chingo. Yo creo que peso un poco más pero para qué entrar en tantos detalles. La bronca como podrán imaginar es que mi ropa ya no me queda, y la nueva que he comprado ha sido por lo menos dos tallas más grandes que la habitual; quiero pensar que eso se debe a que estoy en europa y no en méxico. Seguro las tallas cambian un poquito, no? Si no, quiere decir que estoy llenita. Mr. D dice que estoy " a little bit bigger than when we met", pero que así le gusto. El pedo es que no me gusto yo. En lugar de quejarme decidí comer más frutita y menos harinitas, un yogurt que me ayuda a mantener equilibrada mi digestión, y olvidarme de las galletitas tan sabrosas que hay aquí. Ejercicio no me late, soy re-huevona, prefiero cerrar el pico. Total que llegando a méxico me reventaré mi licuadito ese maravilloso que me mantiene a raya. Melón, avena y almendritas licuadas con agüita. Mmm... yo quiero ! yo quiero! Sobra decir que lo tomaré en la mañana y antes de dormir. Me pregunto a qué sabrá si lo acompaño con un tamal. Bonita dieta, je.